
El atleta español Paul McGrath vivió una intensa jornada en los Mundiales de atletismo en Tokio, donde consiguió la medalla de bronce en la prueba de 20 kilómetros marcha. En una emotiva entrevista, reveló que, en los momentos finales de la carrera, su mente estaba centrada en mantener esa codiciada posición, ya que el cansancio comenzaba a hacer mella en su rendimiento.
McGrath compartió que, aunque su objetivo inicial era mantenerse en los primeros lugares, fue en la última etapa de la competencia donde realmente sintió la presión. "Estaba al tanto de cada cambio de ritmo", confesó. Sin embargo, se encontró sorprendido al ver cómo, tras la descalificación del favorito japonés, se colocó momentáneamente en la delantera, aunque con el peso de la expectativa sobre sus hombros. "Con dos tarjetas amarillas, sentí que el mundo se venía abajo; pensé que iba a ser descalificado de nuevo", agregó, reflejando la tensión que vivió en esa crucial parte de la carrera.
El nerviosismo de McGrath fue evidente, pues admitió que llegó a "rezar" para lograr conservar el tercer puesto. Estaba exhausto y consciente de que otros competidores se acercaban peligrosamente. "Ya estaba cansado y no quería arriesgarme a perder lo que había logrado", afirmó, destacando que el reto fue grande, especialmente al sentir la presión nocturna del corredor francés que le seguía de cerca. Su satisfacción al cruzar la meta y llevarse el bronce fue palpable. “Es un sueño hecho realidad”, concluyó.
Finalmente, McGrath se mostró sorprendido pero agradecido por ser considerado uno de los favoritos. Esto lo incentivó a dar lo mejor de sí. "Ver mi nombre junto al del japonés me motivó mucho, eso significaba que las personas creían en mi potencial. Estaba decidido a pelear por cada metro", finalizó el atleta, dejando claro que tiene la determinación de seguir brillando en el mundo del atletismo.
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