24h España.

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Protestas masivas en Basauri por los despidos en Bridgestone.

Protestas masivas en Basauri por los despidos en Bridgestone.

La situación en la planta de Bridgestone en Basauri se ha vuelto crítica, con la plantilla advirtiendo que su producción ha alcanzado niveles alarmantemente bajos, lo que podría comprometer seriamente su futura viabilidad y abrir la puerta a un posible cierre.

Hoy, cientos de ciudadanos se han volcado en las calles de Basauri, en Bizkaia, para expresar su rechazo al anuncio de un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a un total de 546 trabajadores en las fábricas de esta localidad y de Puente San Miguel, Cantabria. De los despidos previstos, 335 tendrán lugar en Basauri y 211 en la planta cántabra.

La protesta, encabezada por una pancarta que clamaba "Bridgestone, despidorik ez (No a los despidos), ¡plan industrial ya!", comenzó a las seis de la tarde en las cercanías de la fábrica vizcaína y finalizó en el Ayuntamiento, donde la representación de los trabajadores hizo una declaración pública sobre la situación que atraviesan.

La marcha no solo estuvo respaldada por los trabajadores y sus familias, sino que también contó con la presencia de importantes figuras políticas y sindicales como Eneko Andueza, secretario general del PSE-EE, y Loli García, secretaria general de CCOO Euskadi, entre otros. Todos ellos se unieron a la voz de la protesta que resonó con lemas como "No sobra nadie" y "Si esto no se arregla, leña, leña, leña".

Entre las pancartas que se alzaron, una destacaba el mensaje "Bridgestone por la defensa del empleo. No a la deslocalización", reflejando el sentir colectivo de los manifestantes, quienes, vistiéndose con sus uniformes de trabajo, ataviaron su vestimenta con pegatinas que decían "No a los despidos. Borroka merezi du. Huelga. Plan industrial ya".

Los testimonios de los asistentes no se hicieron esperar, enfatizando la importancia de luchar por los derechos de los trabajadores y la “unanimidad” que existe en la plantilla. También se celebró el éxito del primer día de la huelga, dejando claro que la continuidad de la planta de Basauri impacta directamente en numerosas familias. Además, expresaron su sorpresa ante los elevados números de despidos y denunciaron la deslocalización de la producción hacia Polonia, atribuida a la mala gestión por parte de la dirección.

Tras el anuncio de la reestructuración, la producción en la fábrica de Basauri fue paralizada en un primer día de huelga que contó con una participación masiva. La plantilla, en pie de guerra, se concentró en las puertas de la fábrica desde la mañana, haciendo un llamado a la acción.

Las secciones sindicales de CCOO, UGT, SITB, ELA y BUB han convocado varias jornadas de huelga, programadas para los días 8, 10 y 15 de abril en Puente San Miguel, y en Basauri en las mismas fechas, para protestar contra el ERE y defender la continuidad de sus trabajos.

En la lectura del comunicado final, los trabajadores manifestaron que la planta de Bridgestone, conocida históricamente como Firestone, está atravesando uno de los periodos más desafiantes en sus casi 100 años de historia, enfrentando un inicio preocupante hacia un proceso de deslocalización que podría llevarse gran parte de su producción a Polonia.

Desde la plantilla se acusó a la empresa de ser “codiciosa”, buscando despedir a 335 trabajadores en Bizkaia y 211 en Cantabria, a pesar de registrar enormes beneficios y beneficiarse de ayudas públicas. "Esto ha sido un golpe devastador para nuestras vidas", señalaron, resaltando que, para la dirección, sus empleados son meros números que contribuyen a su avaricia.

Además de las pérdidas laborales directas, los manifestantes advierten que este ERE afectará a subcontratas y proveedores locales, generando un efecto dominó que podría incrementar la pobreza en la economía de la región. "Las consecuencias serían desastrosas", advertían.

Los trabajadores recordaron la histórica relevancia de empresas locales que se han convertido en el patrimonio de la comunidad, resaltando que Bridgestone ha sido durante generaciones el motor económico de la región. "Aquí han trabajado familias enteras y nuestra comunidad ha dependido de su labor", afirmaron.

Con un sentido de resistencia y unidad, los manifestantes hicieron un llamado al orgullo obrero que ha caracterizado a la zona, recordando los momentos difíciles superados en el pasado. "No podemos permitir que todo esto quede en el olvido", manifestaron. Esta lucha, dijeron, es una batalla contra el miedo y la avaricia que amenaza con despojar a muchos de su dignidad y sustento.

La convocatoria final fue a transformar el miedo en un poder colectivo que impulse la lucha por el futuro laboral en la planta. "Unidos somos más fuertes. En Bridgestone, no sobra nadie", concluyeron, llenos de determinación y esperanza.