Sevilla y Real Betis empataron (1-1) en el derbi disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán, en un encuentro que estuvo marcado por los pitos de la grada. A pesar del reparto de puntos, las sensaciones no mejoran para el Sevilla, que continúa en una situación complicada y en fuerte marejada. La afición mostró su descontento, llegando a pedir la dimisión de la directiva. El golazo de Ivan Rakitic evitó la debacle total de un equipo que parece no tener claro su rumbo bajo la dirección de Diego Alonso.

El técnico uruguayo, que llegó al Sevilla hace un mes en sustitución de José Luis Mendilibar, no logra encontrar su estilo y el equipo se salva de una situación peor en la Liga gracias a los empates. Por su parte, el Betis se mantiene en la séptima posición de la tabla, aunque en esta jornada tanto el Athletic Club como la Real Sociedad lograron ganar sus partidos. El equipo verdiblanco perdonó más y mejores ocasiones, contando con un Isco estelar.

El exjugador del Sevilla fue insultado de manera desagradable por su antigua afición, pero no se dejó intimidar y se convirtió en el mejor del encuentro, liderando una primera mitad claramente a favor del Betis. Isco tuvo la oportunidad de ponerse por delante en los primeros segundos del derbi, con un cabezazo solo en el área pequeña, pero falló. Guido también rozó el gol y a Bellerín se le anuló por fuera de juego.

A pesar del festival de Isco, Dmitrovic se convirtió en un muro en la portería local y el Sevilla, afectado por los pitos de su afición, intentó reaccionar en la segunda mitad. El equipo mostró mayor control de balón y buscó jugar en el campo contrario. Sin embargo, Youssef En-Nesyri no pudo aprovechar la ocasión que tuvo y el partido se llenó de tensión e imprecisión, con dos equipos sin ganas de perder este encuentro.

En ese momento, apareció Ayoze, otra de las figuras del Betis, para marcar el 0-1 con calidad a 20 minutos del final. El partido continuó abierto, con idas y vueltas, pero el Betis no logró tener el control ni la pegada necesaria para asegurar la victoria. Luiz Henrique tuvo su oportunidad y un centro peligroso de Bellerín estuvo cerca de acabar en gol, después de que el Sevilla se permitiera respirar con el empate 1-1.

Sin embargo, el gol que sí llegó fue el misil de Rakitic, desde lejos y cerca de la escuadra, que dio una pequeña alegría a la afición del Pizjuán. A pesar de esto, al final del partido, la afición recuperó su enfado. Gudelj también tuvo su disparo característico, que estuvo a punto de entrar, pero el Sevilla reaccionó tarde y no lo suficiente para cambiar el rumbo de una temporada que va en mal camino.