En un nuevo capítulo del conflicto que enfrenta a Rusia y Ucrania, las autoridades rusas informaron el pasado lunes sobre la interceptación de aproximadamente 60 drones enviados desde Ucrania hacia su territorio. Esta serie de incidentes incluye la destrucción de dos de estas aeronaves en la región que rodea Moscú, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños materiales significativos.

Según un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa ruso a través de su canal de Telegram, se ha detallado que un total de 59 drones fueron neutralizados sobre el espacio aéreo ruso. Las fuerzas del Kremlin acusan a las autoridades ucranianas de llevar a cabo "ataques terroristas" contra objetivos en la Federación Rusa, en un contexto marcado por la intensificación de las hostilidades entre ambos países.

El reporte también revela que la mayoría de los drones fueron destruidos en la región de Briansk, donde se han concentrado los ataques en las últimas horas, con 45 aparatos reportados como derribados. Otros incidentes ocurrieron en las regiones de Kursk, Bélgorod y Tula, en las que se destruyeron respectivamente seis, tres y tres drones. La cifra de dos drones derribados en las cercanías de Moscú ha añadido un elemento alarmante a la situación, elevando las tensiones en la capital rusa.

Por su parte, las fuerzas armadas de Ucrania aún no han ofrecido declaraciones acerca de estos recientes incidentes aéreos. Esta actividad se produce apenas unas horas después de que un ataque del Ejército ruso causara la muerte de once personas en la ciudad de Sumi, ubicada en el noreste de Ucrania, subrayando así la continua escalada de violencia en el conflicto que no muestra signos de amainar.