El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a la Junta de Andalucía que retire su plan para regularizar nuevas hectáreas de regadío en el Parque Nacional de Doñana, calificándolo de "atropello" contra el espacio natural. Durante su comparecencia en el Senado, Sánchez también habló de la importancia de la salud del planeta como uno de los pilares de su gobierno.

Sánchez afirmó que España se enfrenta a "dos derechas": una, representada por Vox, que niega el cambio climático, y otra, la del PP, que apoya la reactivación de plantas de carbón y la expansión del fracking. Además, acusó a la derecha de fomentar los regadíos ilegales y secar los acuíferos de Doñana a pesar de la sequía.

El presidente del Gobierno exigió la retirada inmediata del plan de la Junta de Andalucía y pidió que reconocieran su error y rectificaran esa ilegalidad. Por otro lado, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha solicitado a Sánchez que deje de utilizar Doñana como una herramienta electoral y ha propuesto la puesta en marcha de una política de agua a medio y largo plazo.

El Plan Hidrológico del Guadalquivir se realizó mediante un proceso de participación con instituciones, organizaciones ecológicas o científicos, sin embargo, la Junta no realizó alegaciones vinculadas a la legalidad de los regantes en Doñana. Sánchez criticó que, con la mayoría absoluta de Vox en el Parlamento autonómico, la Junta rompiera el acuerdo unilateralmente e impusiera una medida a todas luces ilegal.

Feijóo ha culpado al Gobierno de Sánchez por no cumplir con la sentencia de Europa, y ha recordado que Doñana no se tocó en los 40 años que gobernó el PSOE y que en los cinco años de Ejecutivo de coalición "lo único que se ha tocado es su palacio de vacaciones".