Madrid, 26 de septiembre. En un contexto donde las instituciones multilaterales parecen atravesar momentos de incertidumbre, el presidente español, Pedro Sánchez, ha resaltado la oportunidad que tiene Europa y las sociedades occidentales para asumir el liderazgo que Estados Unidos está dejando vacante. Su declaración se produce en un encuentro de líderes progresistas en Londres, donde planteó la necesidad de que el viejo continente tome un papel más activo en la gobernanza global.

Sánchez ha señalado que bajo el liderazgo de Donald Trump, la Casa Blanca se ha tornado más reacia a participar en las organizaciones internacionales. En su opinión, este es el momento propicio para que otros actores del occidente se unan y ocupen el espacio que ha ido quedando en el ámbito de las instituciones clave como la ONU.

En su discurso, el presidente hizo hincapié en la relevancia de estas entidades para abordar problemáticas cruciales, tales como la crisis climática, la desigualdad y las pandemias que amenazan la salud global. Esta discusión se vio enriquecida por la participación de Jacinda Ardern, ex primera ministra de Nueva Zelanda, quien añadió peso a los argumentos presentados.

Después de su participación en el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, Sánchez expresó su frustración frente a la falta de empatía de algunos líderes que niegan el cambio climático, a pesar de que esas afirmaciones se hacen frente a representantes de países insulares que ya están sufriendo las consecuencias del aumento del nivel del mar.

El presidente ha dejado claro que es fundamental reformar el sistema multilateral para dotarlo de mayor legitimidad y asegurar una representación justa de las economías emergentes que ya juegan un papel crucial en la esfera global.

Asimismo, ha abogado por que la próxima persona que asuma la Secretaría General de la ONU sea una mujer, argumentando que esto enviaría un mensaje positivo sobre la vitalidad y la apertura del sistema multilateral.

Finalmente, destacó que España está comprometida con impulsar una reforma del sistema de salud mundial, considerando que es esencial estar preparados ante futuras pandemias y garantizar una respuesta que sea efectivamente multilateral.