Senado rechaza investigar la infiltración cibernética y afirma que las acusaciones de espionaje son infundadas.
Pedro Rollán, presidente del Senado, ha cerrado de manera categórica la discusión en torno a los accesos digitales, afirmando que no hubo hackeos ni filtraciones masivas en la Cámara Alta. Durante una entrevista con Europa Press, se defendió de las acusaciones de espionaje señaladas por el PSOE y aseguró que cualquier rumor sobre la intromisión informática era un "bulo" sin fundamento.
La controversia se generó tras el despido de dos empleados de la Cámara, que, según se informó, accedieron a información de funcionarios de forma inapropiada en el contexto de un proceso selectivo interno. Rollán insistió en que "no ha habido hackeo, no ha habido filtraciones, ni diagnósticos insidiosos", dejando claro que la información equivocada sobre un espionaje masivo carecía de verdad.
El despido de los dos trabajadores se debió a su acceso no autorizado a la "trazabilidad de un expediente", en un intento de obtener ventajas en un concurso por un puesto de liderazgo en el área de informática. Ante esto, el presidente del Senado argumentó que no era necesario poner en marcha una auditoría externa sobre la seguridad cibernética, puesto que, según él, no hubo ninguna violación sistemática.
A pesar de las solicitudes del PSOE y otros partidos para examinar la situación más a fondo, Rollán subrayó que la investigación interna del Senado determinó que otros informáticos habían ingresado de manera legítima a datos de varios senadores. "Nuestro departamento de informática opera de manera remota con las credenciales necesarias para acceder a ciertos contenidos. Todo es seguro y no hay nada de qué preocuparse”, afirmó.
En cuanto a una posible conversación con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, sobre este tema, Rollán mencionó que hasta el momento no ha tenido la oportunidad de discutirlo y no tiene conocimiento de si se han tomado iniciativas en este sentido. Mientras tanto, representantes de Izquierda Unida han instado a Armengol a asegurar que la brecha de seguridad en el Senado no afectó a los sistemas del Congreso.
Por último, el presidente del Senado se mostró dispuesto a colaborar con el Congreso para mejorar los sistemas de difusión, almacenamiento y control de datos cuando se considere pertinente, dejando la puerta abierta a futuros diálogos sobre ciberseguridad en la institución.
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