MADRID, 21 de noviembre. La situación en torno a los airbags defectuosos de Takata ha llevado a Stellantis, el conglomerado automotriz que incluye marcas como Citroën y DS Automobiles, a activar una importante campaña de sustitución en Europa. Hasta la fecha, la empresa ha reemplazado más de 302.000 dispositivos defectuosos en modelos específicos como el Citroën C3 y el DS3, fabricados entre 2009 y 2019 en países como España, Francia, Italia y Portugal.

Además del número ya sustituido, Stellantis ha comunicado que cuenta con otros 113.000 vehículos listos para iniciar el proceso de reemplazo de estos componentes problemáticos. En total, esto representa un esfuerzo considerable para alcanzar las 415.000 unidades que serán atendidas, según informaron fuentes del grupo a Europa Press.

En una actualización proporcionada en mayo, la compañía reveló que la magnitud del problema afecta a más de medio millón de vehículos en diversas regiones de Europa, así como en África y Oriente Próximo, lo que subraya la gravedad de esta situación. La salud y la seguridad de los consumidores se han convertido en una prioridad en este contexto.

Stellantis ha asegurado que cada uno de los propietarios de los vehículos afectados ha sido informado adecuadamente mediante cartas físicas y mensajes de seguimiento por parte de Citroën y DS Automobiles. Estos comunicados ofrecen instrucciones claras sobre cómo proceder para llevar a cabo la sustitución del airbag, un aspecto logístico crucial para el bienestar de los usuarios.

Los propietarios pueden registrarse para la sustitución a través de un código QR, en el sitio web de la empresa, mediante una llamada a un centro de atención telefónica o visitando su concesionario local de Citroën. Este enfoque multifacético busca facilitar el proceso para los clientes, quienes además contarán con vehículos de cortesía mientras se efectúa la sustitución del airbag, atendiendo así de manera integral sus necesidades de movilidad.

Es importante señalar que los vehículos en cuestión están equipados con infladores que, con el paso del tiempo y la exposición continua a las condiciones climáticas, especialmente el calor y la humedad, pueden perder sus propiedades químicas. Esto plantea un riesgo significativo para la seguridad de los ocupantes.

En respuesta a la preocupación por la seguridad, las autoridades francesas lanzaron una alerta para instar a la revisión de los modelos C3 de Citroën y DS3 de DS Automobiles. Según las advertencias emitidas, existe la posibilidad de que "el propulsor de las bolsas de aire del conductor y el pasajero se deteriore con el tiempo".

La advertencia sugiere que, en caso de un accidente en el que se active el airbag, este podría desplegarse con una fuerza excesiva, lo que podría provocar lesiones a los ocupantes del vehículo. Este tipo de incidentes pone de manifiesto la necesidad urgente de realizar las sustituciones correspondientes para salvaguardar la integridad de los conductores y pasajeros.