El fabricante de vehículos eléctricos Tesla ha presentado una demanda contra su antiguo proveedor Matthews International en un tribunal federal de California, acusándolo de robar secretos comerciales relacionados con el proceso de fabricación de baterías. Se alega que Matthews compartió esta información con los competidores de Tesla, lo que podría generar daños y perjuicios por encima de los 1.000 millones de dólares.

Según la demanda presentada el viernes pasado, Matthews habría vendido maquinaria y tecnologías que incorporaban secretos comerciales de Tesla a sus competidores, sin revelar los nombres de dichas empresas. Además, Tesla argumenta que Matthews habría reivindicado como propios inventos de la compañía de Elon Musk en solicitudes de patentes, revelando información confidencial.

Por lo tanto, Tesla ha solicitado al tribunal que Matthews no pueda utilizar estos secretos para su propio beneficio y que entregue las solicitudes de patentes. La relación entre ambas compañías se remonta a 2019, cuando firmaron un acuerdo para que Matthews suministrara maquinaria de fabricación a la automotriz, lo que implicaba compartir cierta información sensible.

Los secretos presuntamente robados se refieren a los recubrimientos de las baterías, que podrían mejorar significativamente aspectos como el tamaño, el coste, el consumo de energía y el tiempo de producción en las plantas de fabricación. Como resultado de estas acusaciones, las acciones de Tesla han experimentado un aumento superior al 4% en la sesión de este lunes en el Nasdaq, cotizando por encima de los 185 dólares por título.