La próxima semana, se llevará a cabo una crucial reunión en Basauri, donde se presentarán los resultados de la votación realizada por la plantilla de Bridgestone en Cantabria. Este encuentro, programado para el lunes 19 de mayo, será fundamental para definir el futuro laboral de los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) propuesto por la empresa.

Este viernes, 16 de mayo, los empleados de la planta de Bridgestone ubicada en Puente San Miguel (Cantabria) se pronunciarán sobre la oferta revisada del ERE, que ha sido ajustada, reduciendo significativamente el número de despidos de 211 a 188. Al mismo tiempo, sus colegas de la planta en Basauri (Vizcaya) también estarán en la misma situación, votando en torno a una propuesta que, aunque contempla 232 despidos, representa una disminución de 103 despidos respecto a lo que se había planteado inicialmente. Adicionalmente, se prevé un aumento en la producción de neumáticos, alcanzando un total de 800.000 unidades al año.

El proceso de votación, que se extenderá a lo largo de la jornada y se realizará en paralelo con los turnos de trabajo (desde las 5:00 hasta las 22:00), ha sido precedido por una serie de asambleas informativas impulsadas por los sindicatos, que buscan garantizar que sus miembros estén plenamente informados sobre las implicaciones de la propuesta.

El resultado de esta votación será decisivo: la aceptación o el rechazo de la oferta de ERE influirá directamente en las conversaciones programadas para la próxima semana. La dirección de Bridgestone aclaró que esta variante del ERE es la última opción que ofrecerá, haciendo énfasis en mejoras como el aumento de las prejubilaciones a los 55 años, además de ofrecer incentivos económicos para quienes deseen dejar la empresa de forma voluntaria.

Entre los detalles de la propuesta se destaca que los trabajadores que cumplan con los 55 años antes del 30 de junio podrán acceder a una jubilación anticipada, percibiendo el 80% de su salario neto con un reajuste anual del 2%, garantizada hasta los 64 años. Asimismo, los empleados de 53 y 54 años quedarían exentos del ERE, proporcionando mayor seguridad a este grupo etario.

En cuanto a las indemnizaciones, estas se fijan en 45 días de salario por cada año trabajado, sin límite en el número de años, y se complementan con un incentivo de 30.000 euros para aquellos que se decidan por la baja voluntaria, ofreciendo así un apoyo económico adicional en un contexto de incertidumbre laborar.