El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado su intención de despedir a varios miembros del FBI que trabajaron en las investigaciones del asalto al Capitolio del 6 de enero, alegando que eran "corruptos". En una conferencia de prensa en Washington junto con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, Trump afirmó que el proceso se llevará a cabo de manera rápida.

Trump aseguró que durante su segundo mandato se recuperará la reputación del FBI, designando a Kash Patel para liderar esta tarea. Sin embargo, sus declaraciones se dan en medio de una disputa entre el director interino del FBI, Brian Driscoll, y el Departamento de Justicia sobre la entrega de información de cientos de empleados involucrados en las investigaciones del 6 de enero.

Por su parte, el fiscal general adjunto interino, Emil Bove, ha señalado que solo aquellos que actuaron de manera corrupta o partidista deberían preocuparse por las consecuencias. Bove ha acusado al FBI de obstaculizar el proceso y ha calificado su actuación de "insubordinación". Sin embargo, hasta el momento no existen pruebas de mala conducta por parte de los miembros del FBI involucrados en las investigaciones.

En sus primeros días en la Casa Blanca, Trump firmó un decreto para indultar a más de 1.200 condenados por su participación en el asalto al Capitolio. Sus acciones han generado controversia y críticas tanto dentro como fuera del país, especialmente por su constante ataque a las instituciones y su cuestionamiento de la imparcialidad de las investigaciones.