En un nuevo desarrollo del conflicto en Ucrania, las Fuerzas Armadas de Ucrania anunciaron el viernes un ataque a una importante refinería de petróleo ubicada en Riazán, una región al sur de Moscú. Hasta el momento, tanto Ucrania como Rusia no han proporcionado detalles sobre los efectos concretos de este ataque, que se suma a una serie de operaciones previas dirigidas a desestabilizar la infraestructura energética del país vecino.

Robert Brovdi, al frente de la unidad de drones del Ejército ucraniano, utilizó su cuenta de Facebook para confirmar el asalto a lo que se reconoce como una de las refinerías más relevantes de Rusia, situada a aproximadamente 200 kilómetros de la capital rusa.

En respuesta, el gobernador regional, Pavel Malkov, informó a través de Telegram que los sistemas de defensa antiaérea de Riazán lograron interceptar al menos ocho drones en un ataque que tuvo lugar durante la madrugada. Aunque ofreció pocos pormenores, Malkov reconoció que los restos de algunas de estas aeronaves cayeron en una zona industrial, generando preocupación sobre la seguridad en el área.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso reportó un total de más de 90 drones derribados en la misma noche, un balance que abarca no solo la región de Riazán, sino también el mar Negro y la península de Crimea, reafirmando la escalada de tensiones en la zona.