Las autoridades de la Franja de Gaza han reportado una nueva escalada de violencia que ha dejado más de 200 heridos, de los cuales 50 se encuentran en estado crítico, en un contexto marcado por la grave crisis humanitaria en la región.

En un comunicado emitido este lunes, los funcionarios del enclave, administrado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han corroborado la muerte de al menos 20 personas debido a los disparos presuntamente efectuados por el Ejército israelí en áreas cercanas a los puntos de distribución de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), que cuenta con la aprobación de Israel y Estados Unidos.

El Ministerio de Sanidad de Gaza ha calificado la situación como una "continuación de la brutal represión" que sufren los ciudadanos que intentan acceder a la asistencia alimentaria. En el documento, se advierte sobre la situación crítica en los hospitales, donde cada vez más heridos y enfermos llegan debido a la violencia que se desencadena en estos centros de ayuda.

Además, se han expresado preocupaciones por un incidente en el que las tropas israelíes habrían abierto fuego contra un hospital de la Media Luna Roja Palestina en Jan Yunis, provocando un repudio generalizado de los organismos de salud hacia “los crímenes continuos de ocupación contra la población, incluyendo a pacientes y el personal médico”.

El Ministerio ha solicitado la reapertura inmediata del Hospital Europeo de Gaza, argumentando que los demás hospitales que siguen operando están al borde del colapso debido al aumento de heridos. También piden soluciones alternativas para distribuir la ayuda, evitando así nuevos incidentes fatales que afecten a la población vulnerable.

El día anterior, las autoridades gazatíes habían denunciado la muerte de 26 personas en ataques israelíes en los puntos de ayuda, llevando la cifra de muertos en esta serie de incidentes a 300 en las últimas tres semanas. Una situación que indica la grave crisis que se ha profundizado en la región.

La Fundación Humanitaria para Gaza, cuya sede está en Suiza, se encuentra bajo la crítica de la comunidad internacional, incluidos organismos de la ONU, que la acusan de violar principios de neutralidad en la asistencia humanitaria. Se cuestiona el plan que contempla la presencia de seguridad privada y del Ejército israelí para supervisar los puntos de entrega de alimentos.

Desde el inicio de la ofensiva israelí, tras los ataques perpetrados por Hamás y otros grupos palestinos el 7 de octubre, las autoridades gazatíes han reportado más de 55,300 muertes y cerca de 128,700 heridos, aunque se advierte que estas cifras podrían ser aún mayores, reflejando la magnitud de la crisis humanitaria en Gaza.