El fabricante de automóviles Volvo Cars ha presentado un balance de los tres primeros meses del año actual. Si bien registró un beneficio neto de 4.000 millones de coronas, equivalentes a 351 millones de euros, esto supone una disminución del 12% en comparación con los resultados del mismo periodo del año anterior. La compañía también informó que sus ingresos trimestrales alcanzaron los 95.700 millones de coronas, unos 8.408 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 29% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.

El beneficio operativo trimestral de Volvo Cars fue de 5.100 millones de coronas, equivalentes a 448 millones de euros, representando una disminución del 16%. Por otra parte, su beneficio bruto de explotación (Ebitda) disminuyó un 8%, situándose en los 9.200 millones de coronas, unos 808 millones de euros.

Volvo Cars vendió 162.900 unidades en todo el mundo en el primer trimestre del actual ejercicio, lo que significa un aumento del 10% en comparación con las 148.300 unidades que entregó en el primer trimestre de 2022. Además, la compañía vendió 30.100 vehículos completamente eléctricos, lo que supone un aumento del 157% en comparación al año anterior, donde se vendieron 11.700.

A pesar de lo positivo de las cifras de la compañía, el director ejecutivo de Volvo Cars, Jim Rowan, ha afirmado que "Hemos sentado unas bases sólidas para el resto de 2023, pero nos mantenemos alerta por las continuas turbulencias en todo el mundo". De cara al futuro, la compañía se muestra cauta debido a la escasez de componentes, lo que podría afectar a la producción durante el segundo trimestre. Aun así, Volvo Cars espera un crecimiento de dos dígitos en ventas al por menor y de la misma cifra en coches eléctricos, siempre y cuando no se produzcan interrupciones inesperadas en la cadena de suministro.