El miércoles, la vicepresidenta Yolanda Díaz criticó duramente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por Ford en su planta de Almussafes (Valencia), calificándolo de "inasumible". La automovilística estadounidense, que tuvo beneficios netos de más de 4.000 millones de euros en 2023, pretende despedir a un tercio de la plantilla, a pesar de haber recibido ayudas públicas para sus proyectos.

Según UGT Ford, de los despidos anunciados, 626 serían bajas incentivadas definitivas y 996 despidos objetivos con posibilidad de recontratación en 2027, año en el que está previsto el lanzamiento del nuevo vehículo multienergía que fabricará la planta. Díaz ha señalado que la empresa ha renunciado en varias ocasiones a las ayudas del Gobierno español para la fabricación de vehículos eléctricos, como los 37,6 millones de euros rechazados en la última convocatoria del proyecto estratégico para la recuperación económica del sector.