El mes de junio promete traer consigo un cambio significativo en las condiciones climáticas, al anunciarse una notable disminución de las temperaturas a partir del inicio de la semana. Los días lunes y martes, se espera que los termómetros se ajusten a valores más acordes con la temporada, contrastando con la ola de calor que ha dominado el final de mayo.

Desde Madrid, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha señalado que las temperaturas en los últimos días de mayo se mantendrán notablemente altas, alcanzando niveles entre 6 y 7 grados centígrados por encima de lo habitual. Este ascenso térmico, que se espera especialmente entre el 29 de mayo y el 1 de junio, se ha calificado como un episodio de calor extremo, posiblemente el más intenso para estas fechas desde 1950, según comentó el portavoz Rubén del Campo.

La situación climática de esta semana ha provocado incluso noches tropicales en varias regiones, como el valle del Guadalquivir y algunas áreas del Mediterráneo, donde las temperaturas mínimas han superado los 20 grados. Durante las horas más cálidas del día, la tendencia es a que las temperaturas se eleven aún más, con Madrid rondando valores cercanos a los 35 grados, mientras que localidades como Badajoz y Zaragoza podrían experimentar hasta 37 grados, y Sevilla se acercaría a los 40 grados.

A partir del jueves, las proyecciones indican la llegada de una masa de aire cálido proveniente del norte de África que causará un aumento adicional en las temperaturas, además de una posible presencia de calima en el sur peninsular. Durante este periodo, es probable que las temperaturas superen los 34 a 36 grados en el noreste de la Península y en la meseta norte, con Zaragoza y Lérida alcanzando hasta 38 grados, y Sevilla pudiendo superar los 42 grados.

Del Campo ha mencionado que algunos puntos en el nordeste, e incluso en el centro y sur de la Península, podrían romper récords de temperatura para mayo, aunque no ha especificado lugares exactos. Por su parte, las Baleares también verán un aumento térmico, con temperaturas que podrían robar protagonismo durante el fin de semana, especialmente en Mallorca con máximas de 32 a 34 grados.

Incluso en la costa cantábrica, se aguardan temperaturas elevadas a finales de semana, con Bilbao sobrepasando los 34 grados. Sin embargo, se prevé que a partir del sábado, esta región comience a experimentar un descenso notable en los valores térmicos, con máximas que podrían limitarse a entre 22 y 23 grados por el domingo. El mismo día, el extremo occidental de Andalucía podría emitir lecturas entre 4 y 5 grados más bajas, aunque otras áreas seguirán registrando temperaturas superiores a lo habitual.

Este fin de semana, las mínimas nocturnas también se caracterizarán por ser especialmente cálidas, con temperaturas que podrían superar los 22 grados en la mitad sur del país. En general, noches entre 5 y 10 grados por encima de lo normal serán la norma en gran parte del territorio.

Mientras tanto, aunque el tiempo se prevé mayormente estable, es probable que se formen nubes que produzcan chubascos en el noroeste el jueves, y en zonas montañosas del norte durante los días siguientes, con posibilidad de precipitaciones fuertes, particularmente el viernes y sábado.

De cara a la semana entrante, se anticipa que entre lunes y martes se produzca una bajada generalizada de las temperaturas, llevando los valores a cifras más acordes con el inicio de junio. Sin embargo, el lunes aún se experimentarán temperaturas relativamente altas en el centro y este de la Península, con picos de 34 a 36 grados. Un cambio progresivo se espera para el martes y miércoles, presentando temperaturas más usuales, salvo en la zona mediterránea, donde un flujo de vientos cálidos podría mantener el calor.

Finalmente, en Canarias también se espera un aumento térmico, con valores que podrían sobrepasar los 32 a 34 grados en el sur de Gran Canaria durante el fin de semana. Sin embargo, con el cambio de vientos a inicios de la próxima semana, se prevé un regreso a temperaturas más templadas.