
MADRID, 13 de agosto.
La evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC) en Alemania ha marcado un hito en julio, manteniéndose en un 2% en comparación con el año anterior. Este dato se alinea con lo que había anticipado la Oficina Federal de Estadística (Destatis), revelando una estabilidad en la subyacencia de la inflación para el país europeo.
En un giro hacia la baja, la tasa de inflación armonizada, que utiliza Eurostat para sus análisis, ha mostrado un ligero descenso de dos décimas desde junio, estableciéndose en un 1,8%, una cifra que coincide con las estimaciones preliminares.
Este comportamiento en los precios se debe en parte a la reducción del 3,4% en los costos energéticos, en línea con la caída del 3,5% observada en el mes anterior, mientras que el aumento de los precios de los alimentos se ha incrementado un 2,2%, superando en dos décimas el crecimiento registrado el mes pasado.
Además, el valor de los bienes ha aumentado un 1% durante julio, marcando un repunte de dos décimas respecto a junio, mientras que los servicios, aunque también han visto un incremento, se ralentizaron a un 3,1% en términos interanuales, tras el 3,3% del mes precedente.
Si se excluyen los precios de los alimentos y la energía, la inflación subyacente en Alemania se mantiene en un 2,7%, sin variaciones respecto al mes anterior, mostrando una cierta consistencia en el comportamiento de la economía alemana.
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