El 30 de junio en Madrid, surgió una fuerte manifestación de apoyo hacia la libertad de prensa tras un incidente de acoso sufrido por un equipo de TVE. Este ataque fue denunciado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) mientras cubrían la concentración de jueces y fiscales ante el Tribunal Supremo el pasado sábado.

En un comunicado conjunto, la APM expresó su firme rechazo al hostigamiento dirigido hacia profesionales de los medios, lamentando que un grupo de personas que participó en la manifestación mostrara tan poco respeto por el trabajo de los periodistas. Este tipo de actitudes no solo atentan contra el ejercicio periodístico, sino que ponen en riesgo la integridad de quienes están comprometidos con informar a la sociedad.

A pesar de reconocer el derecho de todos los ciudadanos a manifestarse y expresar sus opiniones, la asociación puntualizó que este derecho no debe vulnerar la libertad y los derechos de otros, recordando que la Constitución Española garantiza el derecho a la libertad de información. Aquellos que acosaron a los periodistas, según la APM, están interfiriendo en el ejercicio de este derecho fundamental.

La APM transmitió su solidaridad a los compañeros de TVE que fueron afectados por el acoso, subrayando que eventos como este generan legítimas preocupaciones sobre la seguridad personal de los periodistas en el ejercicio de su labor.

Asimismo, la asociación instó a los organizadores de manifestaciones a comunicar claramente a sus partidarios la importancia de respetar el trabajo periodístico, independientemente del medio al que pertenezcan los reporteros. Este llamado a la responsabilidad busca fomentar un ambiente más seguro para la labor informativa.

Por último, la APM apeló a las autoridades competentes para implementar medidas efectivas que contribuyan a proteger a los periodistas, resaltando la vulnerabilidad de aquellos quienes, como miembros de cadenas de radio y televisión, son fácilmente identificables y, en consecuencia, pueden convertirse en blanco de ataques por parte de algunos manifestantes más extremados.