Un nuevo ataque del Ejército de Israel ha dejado al menos trece muertos en Líbano, en una escalada de violencia que ha generado preocupación en la región. Según el Ministerio de Sanidad libanés, aún no se ha confirmado si las víctimas son civiles o miembros de Hezbolá, el partido-milicia chií.

La ciudad de Yunein ha sido uno de los principales blancos de los bombardeos, donde nueve personas han fallecido y once han resultado heridas. Equipos de rescate continúan trabajando para buscar posibles sobrevivientes entre los escombros.

Otros ataques han tenido lugar en Aita al Chaab y Qana, en el sur de Líbano, con un saldo de tres y una persona muerta respectivamente. Mientras tanto, el Ejército israelí ha informado que atacó alrededor de 75 objetivos de Hezbolá durante la noche, incluyendo depósitos de municiones y edificios militares.

Las Fuerzas de Defensa de Israel han hecho hincapié en que seguirán atacando para debilitar a Hezbolá, en medio de llamamientos internacionales a un alto el fuego. La escalada de violencia en la región ha puesto en alerta a la comunidad internacional ante el riesgo de una guerra a gran escala en Oriente Próximo.