En Madrid, el 2 de septiembre, Jair Bolsonaro, quien fuera presidente de Brasil entre 2019 y 2023, enfrenta serias implicaciones legales por su presunto intento de socavar la democracia tras la victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva en 2022. El juicio contra él, que comienza este martes, le permitirá seguir desde su hogar por razones de salud, ya que sufre de crisis de hipo que le ocasionan vómitos.

El exmandatario, que se encuentra bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto y lleva una tobillera electrónica, está recibiendo tratamiento médico para condiciones de salud como la hipertensión y el reflujo gastroesofágico. Sus defensores legales han recomendado no asistir a la sede del juicio, según informa 'Folha', un medio brasileño.

Bolsonaro, junto con siete coacusados, está en el epicentro de una serie de cargos que incluyen asociación delictiva y el intento de derrocar el orden constitucional. Estos eventos están vinculados a las violentas manifestaciones del 8 de enero de 2023, donde se intentó tomar instituciones estatales. Si es encontrado culpable, Bolsonaro podría encarar una condena que excede los 40 años de prisión.

La seguridad en torno al juicio ha sido reforzada. Este sábado, el juez Alexandre de Moraes pidió a la Policía Penal que coloque un sistema de vigilancia para monitorear cualquier visita a la residencia de Bolsonaro, ante la inquietud de posibles intentos de fuga.

Cabe destacar que un informe reciente de la policía destacó la posibilidad de que el exlíder pudiera evadir la vigilancia y acercarse a la Embajada de Estados Unidos en busca de asilo. Además, se encontró en su teléfono un documento que solicitaba asilo político al nuevo presidente argentino, Javier Milei.

Las autoridades brasileñas han intensificado la seguridad en el Tribunal Supremo, enviando un destacamento de la Policía Militar del Distrito Federal que permanecerá en el lugar hasta el 12 de septiembre, fecha prevista para concluir el juicio. Además, una unidad de inteligencia ha comenzado a operar desde la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, reforzando las medidas de protección durante este período crítico.