MADRID, 30 de octubre. - En un giro significativo en la saga que involucra al Príncipe Andrés, la Casa Real británica ha comenzado formalmente a ejecutar su renuncia a todos los títulos reales en respuesta a las graves acusaciones relacionadas con el delictivo Jeffrey Epstein. Este caso ha sacudido a la sociedad por sus tristes implicaciones en torno al abuso sexual de menores.

El comunicado oficial emitido por Buckingham Palace ha dejado claro que a partir de ahora, el príncipe se hará conocer como Andrés Mountbatten Windsor. La notificación también incluye la anulación de su contrato de arrendamiento con el Royal Lodge, un hecho que lo obligará a buscar una vivienda por su cuenta.

Las autoridades palaciegas subrayan que estas acciones son esenciales, aunque el príncipe mantiene su inocencia respecto a las acusaciones que pesan sobre él. La declaración concluye enfatizando la posición de la monarquía: “Sus majestades están comprometidos con las víctimas y sobrevivientes de cualquier forma de abuso”.

En anteriores declaraciones, el hijo de la difunta Isabel II había expresado su decisión de renunciar a sus títulos y honores, destacando que el escándalo en el que se ha visto inmerso afecta la misión pública de la Familia Real. Afirmó rotundamente su desacuerdo con las acusaciones en su contra y la necesidad de desvincularse de su ya manchada imagen.

La historia de Andrés tomó un rumbo adverso en 2019, cuando se retiró de la vida pública debido a su conexión con Epstein, quien fue arrestado en julio de ese año por múltiples cargos de abuso y tráfico de menores. Su muerte en circunstancias misteriosas en su celda meses después culminó un capítulo sombrío que sigue resonando en la opinión pública.