MADRID, 20 de julio. (CHANCE) -

Íñigo Onieva ha estado en el centro de rumores sobre su relación con Isabel Preysler desde que comenzó su romance con Tamara Falcó, pero la verdad es que su vínculo es decididamente positivo. Recientemente, hubo una revelación interesante: uno de los platos que se ofrece en su nuevo restaurante, Casa Salesas, está inspirado en su suegra.

“Mi suegra tiene una versión que suele servir como aperitivo. Cuando lo probé por primera vez, supe que debía incluirlo en la carta, como un homenaje a esa calidez familiar”, compartió el empresario en una charla con la revista Vanity Fair, lo que evidencia la buena relación que comparte con ella.

A pesar de su perfil bajo, Íñigo ha optado por mantener un perfil discreto tras ser parte del evento nupcial con la Marquesa de Griñón. Ha decidido no confrontar directamente los numerosos rumores que rodean su vida, y parece que su familia también prefiere evitar el escrutinio mediático.

Este pasado fin de semana, Carolina Molas, madre de Íñigo, hizo su aparición ante los medios luego de unas vacaciones, y se mostró sorprendida al ser abordada por los periodistas. “¿No me estaríais esperando a mí, verdad?”, comentó en relación a la mención de su hijo hacia Preysler.

Sin entrar en muchos detalles, simplemente comentó con un corto “sí” que el gesto era realmente hermoso y reflejaba la buena relación entre su hijo y la socialité. Sin embargo, pocos momentos después, pidió a los reporteros que cesaran las preguntas, buscando escapar de la atención mediática.