CEUTA, 11 de agosto.

La situación en el área de Menores de Ceuta es crítica, con aproximadamente 480 niños migrantes no acompañados albergados en condiciones de alta presión migratoria. Este fin de semana se ha visto un aumento de la vigilancia tanto por parte de las autoridades españolas como de sus homólogos marroquíes en un contexto que se vuelve cada vez más complejo y desafiante.

En las primeras horas del sábado, se registró la llegada de siete menores, un evento que siguió el reciente ingreso de otros siete durante la noche del miércoles al jueves. Estos movimientos reflejan la continua llegada de niños que buscan refugio y una vida mejor.

Las fuerzas de la Marina Real de Marruecos siguen activamente posicionadas en la costa, decididas a interceptar a quienes intentan alcanzar la ciudad española nadando, al tiempo que se han reportado intentos por parte de jóvenes marroquíes que finalmente se sienten impulsados a hacer esta arriesgada travesía.

El litoral de Ceuta permanece bajo la vigilancia constante del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, mientras que Marruecos ha movilizado varias unidades terrestres para resguardar el perímetro fronterizo, una medida que evidencia la creciente tensión en la zona.

En medio de este contexto, los recursos destinados a la atención de menores en la Ciudad Autónoma se enfrentan a un colapso, con capacidades que no logran cubrir la demanda. Aunque el área está diseñada para albergar hasta 132 menores, actualmente se soporta una carga que excede las 600 personas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que, a pesar de contar con solo 512 plazas, ha visto un incremento alarmante en el número de solicitantes de asilo.