El 14 de abril de 2024, el panorama cultural se vio envuelto en un profundo luto con la triste noticia del fallecimiento de Mario Vargas Llosa, a la edad de 89 años. El emblemático escritor dejó este mundo en su hogar de Lima, Perú, rodeado por el amor de su familia, una partida que sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo, anunciaron en un conmovedor mensaje en redes sociales.

El comunicado compartido por sus hijos expresaba el profundo dolor por la pérdida de su padre y explicaba que, respetando sus deseos, su despedida se realizaría en la más estricta privacidad. En sus palabras, destacaron que su progenitor falleció en paz, rodeado de sus seres queridos, lo que les brindó consuelo en este difícil momento.

Aunque se había mantenido en reserva el deterioro en la salud del autor de obras icónicas como 'La fiesta del chivo', su amigo cercano, Enrique Ghersi, compartió que la causa de su muerte fue una neumonía que finalmente no logró superar. La familia estuvo presente en Lima para acompañarlo en sus últimos días, conscientes de la gravedad de su situación.

El entorno íntimo elegido por la familia para honrar su memoria fue el exclusivo edificio en Lima donde Vargas Llosa residía. A pesar de su explícito deseo de una despedida discreta, cientos de admiradores y seguidores se congregaron a las afueras de su hogar, donde las flores y coronas en su honor comenzaron a llegar en señal de respeto y reconocimiento.

El desconsuelo de la nación se hizo evidente cuando numerosas figuras políticas, incluida la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y varios ministros, se acercaron para presentar sus condolencias a la familia. Los hijos del Nobel, aún en estado de shock, decidieron dar la cara ante la multitud que se había formado, agradeciendo el cariño que les llegaba desde todos los rincones.

Con la voz entrecortada, Álvaro se dirigió a los presentes, expresando la profunda tristeza de la familia y el sentido de pérdida que siente el país. "El Perú ha perdido a uno de sus hombres más grandes, nosotros a un ser querido, cuyos valores y legado pervivirán en nuestra memoria," expresó, compartiendo la conmoción que la noticia causó a nivel internacional.

El legado literario de Vargas Llosa trasciende fronteras y su impacto ha generado una ola de solidaridad que sorprendió a sus seres cercanos. De una manera muy emotiva, Álvaro destacó la importancia que su padre tenía en el corazón de muchos, así como la necesidad de mantener su privacidad en este delicado momento. “Estamos tratando de llevar nuestro duelo en la intimidad, por eso elegimos velar a papá aquí en casa”, subrayó, pidiendo comprensión y respeto.

Finalmente, los restos de Mario Vargas Llosa fueron trasladados en un vehículo fúnebre a la medianoche, hora española, y cumplirán con sus deseos de ser incinerados. Aunque la familia aún no ha hecho públicas las decisiones sobre el lugar donde se guardarán sus cenizas, el reconocimiento y el amor hacia su figura continúan resonando en la memoria colectiva.