Díaz afirma que las empresas incapaces de pagar el SMI no son saludables y aboga por establecer "salarios máximos".

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha manifestado su descontento con las recientes afirmaciones del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, al considerar que una empresa que no es capaz de abonar el salario mínimo interprofesional (SMI) no puede ser catalogada como sana. Durante su intervención en TVE, Díaz también cuestionó el silencio que, a su juicio, persiste en torno al debate sobre los salarios máximos y las remuneraciones "obscenas" que reciben algunos directivos, destacando el caso del ex presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
Díaz calificó de "inaudito e impropio" que Garamendi sugiriera que en la fijación del SMI no se considera la capacidad económica de los autónomos y pequeños negocios, afirmando que las decisiones en este ámbito son políticas. “Es sorprendente que el líder de la CEOE haga tales afirmaciones. Los autónomos y pequeñas empresas están sujetos a lo que estipulan los convenios colectivos, que son herramientas fundamentales en el ámbito laboral”, defendió la ministra, quien instó a Garamendi a no engañar sobre cómo opera el salario mínimo, que protege a quienes están fuera del régimen de convenios.
En su discurso, la ministra recordó la propuesta del Gobierno para aumentar el SMI en 50 euros mensuales este año, elevándolo a 1.184 euros distribuidos en catorce pagas. Sin embargo, Díaz argumentó que esta cifra sigue siendo insuficiente, dado que, comparativamente, el SMI y los salarios medios en España se mantienen por debajo de la media europea.
“He incrementado el salario mínimo un 54%, un hecho sin precedentes en la historia de la democracia española, aunque eso haya generado críticas incluso dentro del propio Gobierno”, enfatizó Díaz, añadiendo que este incremento ha sido fundamental para reducir la desigualdad y la brecha salarial de género.
La ministra hizo énfasis en la urgencia de desviar la atención del SMI hacia las remuneraciones y las indemnizaciones de altos directivos, señalando que la indemnización astronómica que se otorgó recientemente a Pallete refleja una problemática que raramente se discute en la esfera política. “Es crucial que abordemos los salarios máximos. El verdadero problema no reside en el SMI, que es una herramienta para combatir la pobreza laboral, sino en los salarios desorbitados que perciben las personas en posiciones de poder”, sostuvo.
Díaz destacó que Garamendi se siente en la libertad de realizar este tipo de declaraciones precisamente porque su salario mensual es 25 veces superior al del SMI, y subrayó la importancia de aumentar este último para proporcionar una vida más digna a muchas familias trabajadoras del país.
Finalmente, la vicepresidenta insistió en que el discurso de Garamendi, tanto en lo que respecta al SMI como a la cuestión de la jornada laboral, parece reflejar las preocupaciones de un modelo empresarial anclado en el pasado. “Desearía que el señor Garamendi adoptara una postura más audaz, enfocada en construir un país con empresas robustas, y no precarias, y que promueva relaciones laborales saludables. Mejores salarios son la base del crecimiento económico. Necesitamos seguir incrementando el SMI y poner el foco en la desigualdad social y esos ingresos máximos. ¿Cuántas personas en España ganan más de 4.000 euros al mes? Es hora de que abordemos este asunto”, concluyó.
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