MADRID, 1 de enero.

En un trágico suceso ocurrido este miércoles en Nueva Orleans, al menos diez personas han perdido la vida y más de 30 han resultado heridas tras un brutal atropello en una de las calles más concurridas de esa ciudad del estado de Luisiana, según la información proporcionada por las autoridades locales estadounidenses.

En un comunicado breve pero claro, la administración encargada de manejar situaciones de emergencia en Nueva Orleans confirmó que, “hay 30 pacientes heridos que han sido trasladados por los Servicios Médicos de Emergencia de Nueva Orleans (NOEMS) y lamentablemente se cuentan 10 víctimas fatales”.

La situación ha captado la atención del más alto nivel gubernamental, ya que la Casa Blanca ha señalado que el presidente Joe Biden ha sido puesto al tanto de la trágica noticia. Funcionarios de la administración están en comunicación con la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, para ofrecer el apoyo necesario a las autoridades locales en estos momentos de crisis.

La superintendente de Policía, Anne Kirkpatrick, ha indicado que el conductor de la camioneta que causó el atropello actuó con un “comportamiento intencional”, intentando atropellar a tantas personas como pudiera. Esta inquietante afirmación fue reportada por la cadena CNN, que sigue de cerca la evolución de la situación.

Además de los atropellos, se produjo un intercambio de disparos, ya que el agresor disparó contra dos agentes de la Policía de Nueva Orleans, quienes se reportan en estado estable. Kirkpatrick ha confirmado que la Oficina Federal de Investigación (FBI) está analizando la posibilidad de que haya algún artefacto explosivo en el vehículo implicado en el incidente.

A pesar de la gravedad de los hechos, el atropello, que ocurrió alrededor de las 3:15 a.m. hora local entre las calles Bourbon e Iberville, no está siendo investigado como un acto terrorista en este momento. Las víctimas han sido trasladadas a cinco hospitales diferentes en la ciudad, mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso.

El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, no tardó en expresar su repudio ante lo sucedido, describiendo el atropello como un “horrible acto de violencia” en sus redes sociales. Además, hizo un llamado a todas aquellas personas que se encuentren cerca del lugar de los hechos para que eviten la zona, mientras sus pensamientos y oraciones se dirigen a los familiares de los afectados.