
En la mañana del 11 de junio en Madrid, las acciones de Duro Felguera han registrado un notable incremento del 7,6%, tras el anuncio de un nuevo pedido para extender su preconcurso de acreedores hasta finales de julio. Este movimiento ha despertado el optimismo de los inversores, que vieron un respiro en la situación financiera de la empresa asturiana.
En el Mercado Continuo, las acciones de esta firma de ingeniería han alcanzado un precio de 0,241 euros, con un aumento cercano al 7,59% hacia las 9:13 horas, reflejando así la respuesta favorable del mercado ante esta nueva jugada estratégica.
Según un comunicado dirigido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Duro Felguera ha oficializado ante los tribunales de Gijón la solicitud para extender el preconcurso de acreedores, que estaba previsto finalizar este 12 de junio. Con esta medida, pretende ampliar el plazo hasta el 31 de julio, buscando más tiempo para negociar con sus acreedores.
Las filiales de Duro Felguera, que incluyen varias divisiones dedicadas a energía y tecnología, también se han alineado con esta estrategia común, buscando formalizar la solicitud ante el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón, apoyándose en las normativas establecidas por la legislación concursal vigente.
A pesar del clima de incertidumbre, la compañía ha logrado el visto bueno de aquellos acreedores que se verían afectados por la reestructuración, un paso crucial para asegurar el respaldo necesario en este proceso fundamental.
En medio de estos acontecimientos, el Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) ha instado a Duro Felguera a que proporcione claridad sobre si ha recibido la aprobación de los juzgados para llevar a cabo esta nueva prórroga, enfatizando la importancia de obtener un acuerdo con las entidades financieras para despejar dudas sobre su situación crítica.
Desde que solicitó el preconcurso en diciembre pasado, Duro Felguera ha estado en constante búsqueda de soluciones que garanticen su viabilidad y la preservación de puestos de trabajo. Durante este medio año, la dirección de la empresa ha estado en diálogo continuo para abordar la crisis, considerando diferentes alternativas, incluidas propuestas de capitalización de la deuda por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Esto implicaría que el gobierno podría convertir un préstamo de 120 millones de euros, entregado durante la pandemia, en acciones de la empresa, dándole así un control mayoritario. Además, se ha discutido la posibilidad de que las principales empresas socias consideren el concurso de acreedores como una vía a seguir.
Los resultados financieros recientes no son alentadores, ya que Duro Felguera reportó pérdidas netas de 98,3 millones de euros en 2024, un aumento preocupante del 36% respecto al año anterior. Ante esta situación, la compañía ha convocado a su junta general de accionistas para el 27 de junio, donde se espera obtener un panorama más definido respecto a su futuro.
En un contexto más amplio, la empresa asturiana también ha estado gestionando un memorando de entendimiento con Sonelgaz Production d'Électricité para resolver un conflicto relacionado con un proyecto en Argelia. Este acuerdo busca deshacer las tensiones generadas por un contrato suspendido, y es parte de los esfuerzos de Duro Felguera por salir a flote en medio de una serie de desafíos legales y financieros.
En un giro más reciente, Indra ha manifestado interés en adquirir la planta de calderería pesada en Gijón, conocida como "El Tallerón", haciendo una oferta vinculante que oscila entre 2 y 3 millones de euros. Esta planta, crucial para la producción de componentes industriales, podría ser transformada para enfocarse en la fabricación de vehículos blindados.
Duro Felguera se mantiene en un proceso de venta de activos en su sitio web, en un intento de generar liquidez en medio de este complejo panorama, mientras la situación continúa evolucionando y la presión sobre la empresa aumenta.
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