Bagdad, 24 de agosto. Las tropas estadounidenses que permanecen en Irak han comenzado a retirarse de la estratégica base de Ain al Asad, ubicada en la parte occidental del país, así como de la base aérea de Victoria, situada cerca del aeropuerto de Bagdad. Esta información fue revelada por fuentes de seguridad iraquíes, quienes solicitaron no ser identificados.

Esta decisión por parte de Estados Unidos representa una respuesta a las crecientes demandas del Gobierno iraquí, que ha estado abogando por la disminución de la presencia militar estadounidense desde hace varios meses. Las discusiones al respecto se suspenderieron en agosto del año pasado, en medio de un clima de tensiones regionales y un repunte en los ataques de milicias aliadas a Irán.

Según las fuentes mencionadas, el desplazamiento de las tropas estadounidenses se dirige hacia la región autónoma del Kurdistán iraquí y al vecino Kuwait. Sin embargo, un número reducido de soldados —que actualmente se estima entre 2.500 y 3.000— permanecerá en el país con el propósito de continuar apoyando y capacitando a las fuerzas de seguridad iraquíes.

El asesor ministerial iraquí, Husein Alawi, confirmó recientemente a la agencia de noticias nacional INA que el retiro completo de las fuerzas estadounidenses está programado para el próximo mes. Este movimiento se enmarca en el acuerdo entre Irak y la coalición internacional que combate al grupo yihadista Estado Islámico, cuya influencia territorial en la región ha sido prácticamente erradicada, con el objetivo de finalizar la misión antes del año 2025 o 2026.

Alawi también enfatizó que la retirada de las fuerzas estadounidenses dará inicio a una "nueva fase" en la cooperación en materia de seguridad, la cual se enfocará en el asesoramiento y el fortalecimiento de las capacidades de las fuerzas iraquíes, convirtiéndose en un momento clave para la soberanía y estabilidad del país.