En medio de una polémica desatada por la publicación de unas imágenes comprometedoras, el Rey Juan Carlos y Bárbara Rey vuelven a acaparar titulares. Las fotografías, tomadas por el hijo de la vedette en 1994, han sido vendidas a una revista holandesa, desatando un verdadero huracán mediático en España.

La revista neerlandesa asegura que Bárbara Rey habría usado a su hijo para chantajear al monarca con las imágenes, lo que ha generado una tensa situación entre madre e hijo. Bárbara ha afirmado que emprenderá acciones legales contra él, acusándolo de robo y desmentiendo su participación en la toma de las fotos.

Mientras Casa Real ha decidido mantenerse al margen de la controversia, el entorno de Don Juan Carlos se encuentra sorprendido y escandalizado por la divulgación de las imágenes. Consideran que se trata de una acción ilegal al vulnerar la privacidad del Emérito, y creen que obedece a una estrategia para perjudicar su imagen.

A pesar de todo, el propio Juan Carlos se muestra tranquilo frente a la situación, consciente de sus numerosos frentes abiertos. Aunque no es partidario de la vía judicial, se encuentra preparado para enfrentar cualquier eventualidad con la ayuda de un abogado internacional.