El ex portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, se presentó esta mañana en los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid para declarar en calidad de investigado en relación a un presunto caso de agresión sexual. Su llegada a las instalaciones judiciales se produjo alrededor de las 11:40 horas, momento en el que el político expresó su deseo de demostrar su inocencia: "Es un día muy esperado para mí, vengo a defender mi inocencia", manifestó ante la prensa.

Errejón, en sus declaraciones a los medios, indicó que enfrenta esta jornada "con plena confianza en la actuación de la Justicia". Además, puntualizó que su objetivo principal es presentar su defensa ante el juez, destacando que "las explicaciones las voy a dar en primer lugar donde corresponde", de manera firme y protocolar.

El magistrado encargado del caso, Adolfo Carretero, ha establecido un protocolo de seguridad para garantizar que tanto el exdirigente político como la actriz Elisa Mouliaá no se crucen durante el proceso de declaración, siguiendo la solicitud de la denunciante. Esta medida, que es habitual en casos de esta naturaleza, implica que ambos esperen en diferentes plantas del edificio judicial para evadir cualquier posibilidad de contacto visual.

La decisión del juez fue comunicada tanto a la defensa de Errejón como al abogado de Mouliaá, con el propósito de que el exdirigente estuviera al tanto de las restricciones impuestas. Mouliaá, por su parte, llegó inicialmente a los Juzgados por una entrada trasera y, antes de iniciar su declaración a las 11:11 horas, salió acompañada de su abogada por la puerta principal, evitando hablar con los medios de comunicación.

Según la denuncia accesible para la agencia de noticias, Mouliaá narra detalles de un encuentro que tuvo lugar a finales de septiembre de 2021, después de haber mantenido una conversación durante aproximadamente un año a través de redes sociales. En ese contexto, el político invitó a la actriz a una presentación de su libro, tras la cual ambos decidieron ir a un bar cercano a tomar unas cervezas. A pesar de sus planes de asistir a una fiesta en casa de un amigo, Mouliaá "por educación" le extendió una invitación a acompañarla, a la cual Errejón sorprendió al aceptar.

De acuerdo a la versión de Mouliaá, en el trayecto en coche, Errejón habría comenzado a mostrar una "actitud dominante". En el ascensor, la habría agarrado "fuertemente" por la cintura y la besado "de forma violenta", lo que la dejó "sin respiración". Una vez en la fiesta, y tras bailar y platicar con otros invitados, Errejón, según su relato, la guió "por la fuerza" hacia una habitación, donde se alegan tocamientos "sin el consentimiento" de la actriz.

En su testimonio, Mouliaá detalla que Errejón le quitó el sujetador, utilizando un lenguaje "lascivo" y la empujó a la cama, realizando tocamientos inapropiados. La actriz, sintiéndose "paralizada", expresó en un momento que deseaba continuar en la fiesta, pero el exdirigente le imposibilitó salir "con la condición de que en 20 minutos ambos debían marcharse a sus casas". Aunque permanecieron un tiempo más en la celebración, pronto se trasladaron al domicilio de Errejón en el mismo coche.

Ya en su hogar, y "sin mediar palabra", el político habría continuado con los tocamientos. Mouliaá intentó manifestar su incomodidad, comentándole que estaba sintiendo una gran violencia en la situación, hasta llegar a decirle: "Íñigo, 'solo sí es sí', parece mentira que me esté pasando esto contigo". Este testimonio conforma el contenido de la denuncia presentada el 24 de octubre ante la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM).

Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press indican que los hechos denunciados podrían constituir un delito de agresión sexual, con penas que oscilan entre uno y cinco años de prisión, reflejando la gravedad de las acusaciones y la necesidad de un exhaustivo proceso judicial.