En un acto conmovedor, familias que han perdido a sus hijos e hijas víctimas del acoso escolar se reunirán este 6 de noviembre a las 12:00 horas frente al Congreso de los Diputados en Madrid. La manifestación coincide con el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, un momento para alzar la voz por aquellos que han padecido en silencio.

Organizada por la Asociación Trencats Contra las Violencias en las Escuelas, esta concentración tiene como finalidad hacer un llamado urgente a los responsables políticos para que se habilite una Ley Integral contra el Acoso Escolar. El objetivo es asegurar la protección efectiva de los derechos de los menores en el ámbito educativo, un derecho que actualmente se ve comprometido.

Entre los asistentes estarán las familias de varias víctimas, incluyendo a los padres de Kira, cofundadores de la asociación, así como las familias de Sandra, Daniela, Dani y Alejandro. Estas familias, junto a otros grupos sociales y personas que han sufrido acoso escolar, apoyarán la demanda de un cambio necesario en el sistema educativo.

Durante la movilización, las familias exhibirán imágenes de sus seres queridos, reflejando la tragedia del número creciente de víctimas del acoso escolar. Se resaltará el hecho de que hasta 18 menores han perdido la vida debido a esta violencia, evidenciando cómo un sistema ha fallado al no protegerlos y perpetuar el silencio sobre estos casos dolorosos.

Desde hace tres años, los padres de Kira han estado en la lucha por una legislación que aborde este grave problema. En su última entrega al Congreso, presentaron más de 230.000 firmas, cifra que ha crecido a aproximadamente 260.000. Sin embargo, la decepción persiste, dado que el Gobierno no ha implementado acciones concretas para luchar contra el acoso escolar desde entonces.

Las familias de las víctimas han solicitado una reunión con la ministra de Educación, Pilar Alegría, así como con la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego. Después de tres años sin avances significativos, su desesperación es evidente, ya que cada nueva historia de suicidio decisiva pone de manifiesto la urgente necesidad de acción gubernamental.

La asociación ha expresado su frustración al afirmar: “¿Cuántos más deben morir? No podemos esperar más. Tres años sin respuestas son tres años de complicidad con el problema”. Están pidiendo una ley que no solo garantice protección, sino que también establezca sanciones y responsabilidades claras para aquellos que no actúen frente a estas violencias, junto a protocolos de prevención eficaces y supervisados.

Se espera que la concentración sea un evento pacífico, cargado de emoción pero también de firmeza, diseñado para dar visibilidad a un drama que afecta a miles de jóvenes en las aulas. Este acto busca abrir un espacio de diálogo y reflexión sobre la importancia de crear entornos educativos libres de violencia.