En un emocionante desarrollo de la Itzulia, el ciclista francés Romain Grégoire, del equipo Groupama-FDJ, se alzó con la victoria en la tercera etapa de la competición, que tuvo lugar entre Zarautz y Beasain y abarcó un total de 156,6 kilómetros. La jornada no estuvo exenta de controversia, ya que el español Alex Aranburu (Cofidis) fue descalificado tras un error de trazado en una rotonda cerca del final, lo que le costó la victoria. Mientras tanto, el alemán Maximilian Schachmann (Soudal Quick-Step) mantuvo su estatus de líder del evento.

La etapa tres prometía acción y estrategia, rompiendo la estabilización de los primeros días de la competencia. Aunque los siete puertos de montaña presentaron un desafío manejable—con cinco de 3ª categoría y dos de 2ª—las exigencias del recorrido hicieron su efecto, convirtiendo el final de la carrera en un fuerte embate. Grégoire demostró su inteligencia táctica, pero un error crucial en la rotonda le privó de lo que parecía ser una victoria asegurada.

A 26 kilómetros del final, Schachmann decidió lanzar un ataque decisivo que desmanteló la estrategia del pelotón, neutralizando primero a un incansable Marc Soler (UAE Team Emirates-XRG), quien había logrado una ventaja de un minuto. Esta maniobra sorprendió a João Almeida (UAE Team Emirates-XRG), el segundo en la clasificación general, quien se vio obligado a esforzarse para recortar la distancia con el líder.

Al finalizar la etapa, el podio incluyó a Schachmann, quien amplió su ventaja con bonificaciones, y a Almeida, detrás por solo dos segundos. Florian Lipowitz (Red Bull-BORA-hansgrohe) se situó tercero, a seis segundos del líder, dejando la competencia abierta y emocionante.

La cuarta etapa se llevará a cabo este jueves, comenzando en Beasain y concluyendo en Markina-Xemeiny, un recorrido de 169,6 kilómetros que incluirá siete puertos montañosos, con la última subida al Izua como el mayor desafío del día. Este exigente puerto de 1ª categoría, conocido por sus angostas carreteras y rampas del 20%, se coronará a solo 11 kilómetros de la meta, lo que promete un desenlace electrizante.