En una movida estratégica que reafirma su presencia en el mercado brasileño, Iberdrola ha llegado a un acuerdo para hacerse con el 30,29% de las acciones de su filial Neoenergia que pertenecen a la Caixa de Previdência dos Funcionários do Banco do Brasil (Previ). La transacción, valorada en torno a 1.880 millones de euros, fue anunciada en Madrid por Ignacio Sánchez Galán, presidente de la compañía energética.

Con esta compra, Iberdrola aumenta su participación en Neoenergia del 53,3% al 84%, consolidando así su posición de liderazgo en el sector energético brasileño. El precio fijado para la operación, 32,5 reales por acción, implica un desembolso total de 11.950 millones de reales brasileños, que se traduce en unos 1.880 millones de euros.

La transacción está aún pendiente de las aprobaciones regulatorias necesarias y se prevé que se complete en los próximos meses. Neoenergia, por su parte, desempeña un papel fundamental en el suministro eléctrico de Brasil, atendiendo a cerca de 40 millones de personas a través de cinco distribuidoras repartidas en diversos estados como Bahia, Rio Grande do Norte y São Paulo, además de contar con 18 líneas de transporte.

La filial brasileña de Iberdrola es responsable de más de 725.000 kilómetros de red de distribución y 8.000 kilómetros de líneas de transporte, así como de una capacidad de generación renovable que alcanza los 3.800 megavatios, principalmente a partir de fuentes hidroeléctricas.

Iberdrola también ha destacado la importancia de Neoenergia en el financiamiento de infraestructuras básicas en el país, aludiendo a inversiones que superan los 9.800 millones de reales (aproximadamente 1.540 millones de euros) en el último año, destinadas a modernizar y automatizar la red eléctrica.

Mirando hacia el futuro, la compañía se muestra optimista sobre su crecimiento, anticipando un aumento significativo en sus inversiones en redes reguladas gracias a marcos regulatorios favorables. Este movimiento no solo reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la mejora de infraestructuras energéticas, sino que también resalta la estrategia de expansión internacional de Iberdrola, que ya cuenta con un extenso sistema de líneas de transmisión en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España, alcanzando un total de 1,4 millones de kilómetros.