El pasado martes, Cristina Hernández, directora del Instituto de las Mujeres, se pronunció enérgicamente sobre la ética en la gestión del organismo, aseverando que es “completamente transparente y limpia”. Su declaración se produce tras la controversia generada por los contratos de 'puntos violetas', que llevaron a la destitución de Isabel García en julio de 2024.
Hernández asumió la dirección del Instituto tras la salida de García, quien fue cesada después de que se revelara que una empresa vinculada a ella y a su esposa había obtenido al menos 64 contratos relacionados con los puntos violetas de diversas alcaldías del PSOE, sumando un monto aproximado de 250.000 euros.
En su intervención ante la Comisión de Igualdad del Congreso, Hernández enfatizó que “los contratos mencionados no tienen ninguna relación con la gestión del Instituto de las Mujeres”. Añadió que las noticias al respecto solo demuestran que este organismo carece de competencias en materia de violencia de género y en la implementación de puntos violetas, defendiendo así la integridad de la administración a su cargo.
Interrogada por representantes del PP y VOX, así como de sus socios de legislatura Sumar y ERC, la directora afirmó que las críticas no están justificadas y que no reflejan el trabajo honesto de los empleados del Instituto. “Estamos comprometidos con una gestión adecuada y se cuestiona sin fundamentos”, argumentó Hernández.
En este contexto, la directora manifestó su preocupación por la eliminación de los puntos violetas en los municipios gobernados por el PP y VOX, recordando que actualmente en el país se denuncia una violación cada dos días. “Es inaceptable que en un momento crítico como este se ceda ante sectarismos políticos que desestiman la gravedad de la situación”, criticó.
En respuesta a VOX, que cuestionó la eficacia de los puntos violetas, Hernández defendió que estos espacios son esenciales para la seguridad de las mujeres en un contexto donde una de cada dos féminas ha reportado haber sufrido violencia sexual. “Hoy, 500 mujeres acudirán a las comisarías a buscar justicia, en un país donde una violación se denuncia cada dos horas”, resaltó.
La directora también abordó la inclusión de las mujeres trans en la política del Instituto, indicando que todas las actividades están diseñadas para beneficiar a todas las mujeres. “Las mujeres trans son mujeres, y sus derechos son parte integral de nuestra agenda”, afirmó, subrayando que es posible y necesario defender los derechos de todos los colectivos sin caer en divisiones.
Por último, Hernández argumentó que el feminismo no debe entenderse como una imposición ideológica, sino como una reivindicación de la libertad de cada persona para ser quien decide ser. Criticó a la derecha por promover una visión conservadora que busca imponer roles y estereotipos limitantes en la sociedad.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.