Las autoridades continúan su incansable esfuerzo por localizar a once niñas que se encontraban en un campamento que fue devastado por la súbita crecida del río Guadalupe.

Un nuevo aviso del servicio meteorológico del estado ha alertado sobre la inminencia de lluvias torrenciales, lo que podría desencadenar más desbordamientos en la ya afectada región.

Las recientes inundaciones en el estado de Texas, a consecuencia del desbordamiento del río Guadalupe, han dejado un saldo trágico de al menos 68 víctimas fatales, con el condado de Kerr siendo el más afectado, donde han perdido la vida 59 personas, entre ellas 21 niños. Este desastre natural ha golpeado intensamente al centro y sur de Texas, conocidos como Texas Hill Country, que ahora enfrenta la amenaza de nuevas lluvias torrenciales.

El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, ofreció un balance actualizado ayer, revelando que 18 adultos y cuatro niños todavía necesitan ser identificados. Por su parte, el gobernador adjunto del estado, Dan Patrick, expresó que es probable que el número de víctimas aumente, enfatizando la incertidumbre sobre el número exacto de desaparecidos, dado que numerosos turistas estaban en la zona para celebrar el 4 de julio.

“Miles de personas llegaron con tiendas de campaña, caravanas o casas temporales al borde del río. La mayoría de ellos son desconocidos para nosotros”, explicó Patrick a la cadena NBC. El tono de sus comentarios refleja la preocupación por la situación de las niñas desaparecidas.

“Debemos encontrar un equilibrio entre mantener la esperanza y ser realistas sobre la situación. Nunca renunciamos a buscar a nadie. En tormentas anteriores, hemos encontrado a personas que se desplazaron río abajo y sobrevivieron. Sin embargo, ahora el tiempo se vuelve más crítico”, agregó.

Además de los 59 fallecidos en el condado de Kerr, el coordinador de gestión de emergencias de Burnet, Derek Marchio, ha informado a CNN sobre tres muertes adicionales debido a las graves inundaciones en su condado, donde también hay dos individuos desaparecidos.

Las autoridades de Travis han reportado cuatro muertes más relacionadas con las inundaciones, junto con un fatal desenlace en el condado de Kendall y otro en Tom Green.

Los equipos de rescate siguen trabajando arduamente para hallar sobrevivientes, incluyendo a las once niñas que estaban en un campamento cristiano durante la crecida del río. El administrador de Kerrville, Dalton Rice, comentó a CNN que conocen bien la dinámica del desastre y que las cifras de desaparecidos y rescatados están en constante cambio.

El responsable de Gestión de Emergencias, Nim Kidd, aseguró que se están realizando búsquedas a lo largo de la totalidad del río, utilizando personal aéreo, embarcaciones y perros de rastreo. “Este proceso no cesará hasta que todos los desaparecidos sean localizados”, aseguró.

Rice añadió que, aunque cientos de personas han sido rescatadas de campamentos cercanos, al menos 27 menores aún permanecen desaparecidos.

“La seguridad de la comunidad es nuestra prioridad. Nos dedicamos a la búsqueda y rescate de cada individuo afectado y continuaremos trabajando durante toda la noche para lograrlo”, enfatizó, destacando que ya se ha contactado a todos los residentes de otros 18 campamentos en la zona.

Mientras tanto, el pronóstico del tiempo no es alentador. El servicio meteorológico advierte sobre lluvias intensas que pueden causar inundaciones repentinas en el centro y oeste de Texas, con un aviso de inundaciones vigente hasta esta tarde.

La alerta de inundaciones se ha extendido, sugiriendo que más de 100,000 residentes tomen precauciones y se desplacen a lugares elevados. Aproximadamente 850 personas han sido evacuadas, con al menos ocho reportadas como heridas.

“La lluvia ha caído en cantidades que superan los 30 cm y los arroyos están creciendo rápidamente. Si estás en áreas propensas a desbordamientos, busca refugio en terreno más alto”, advierte el servicio meteorológico en su cuenta de X.

Ante esta situación crítica, el sheriff del condado de Kerr ha solicitado a la población que limite la circulación por la zona oeste del condado, a menos que sea absolutamente necesario.