El Ejército de Israel ha intensificado sus ataques contra objetivos del partido-milicia chií Hezbolá en Líbano, causando la muerte de más de 550 personas y dejando 1.800 heridos, según las autoridades libanesas. Esta campaña aérea incluye ataques a edificios militares, almacenes de armas y lanzaderas de precisión en todo el territorio libanés.

En un comunicado, el Ejército israelí informó que han bombardeado almacenes de munición con explosiones secundarias, lo que sugiere la presencia de una gran cantidad de municiones. Además, han atacado una lanzadera utilizada por Hezbolá para lanzar proyectiles contra el norte de Israel.

El portavoz del Ejército israelí en árabe, Avichai Adrai, ha aconsejado a los desplazados libaneses que no regresen a sus hogares "hasta nuevo aviso" por motivos de seguridad.

Estos ataques se producen en medio de la escalada de hostilidades desencadenada por los ataques de Hamás y facciones palestinas contra Israel, que han dejado numerosas víctimas mortales. La respuesta del Ejército israelí ha llevado a una campaña militar en Gaza con un gran número de fallecidos, así como enfrentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.

La situación se ha agravado con la apertura de un nuevo frente en la frontera entre Israel y Líbano, donde se han registrado combates continuos durante más de once meses. Además, milicias proiraníes de Irak y los hutíes han lanzado ataques contra Israel, lo que ha provocado una respuesta militar en territorio de Líbano, Siria y Yemen.