Israel elimina a dos sospechosos de un ataque que resultó en tres israelíes fallecidos cerca de Yenín.
El grupo Hamás ha confirmado la identidad de dos individuos como miembros de su brazo armado, en medio de un conflicto cada vez más complejo. A pesar de esta afirmación, el Ejército israelí sostiene que ambos están vinculados a Yihad Islámica, revelando las tensiones que persisten en la región.
En un desglose de eventos que tuvo lugar este jueves, el Ejército israelí llevó a cabo una operación en los alrededores de Yenín, una ciudad en Cisjordania, donde se reportó la eliminación de dos individuos calificados como "terroristas". Estos estaban presuntamente relacionados con un ataque reciente que ocurrió en Al Funduq, resultando en la trágica muerte de tres ciudadanos israelíes, incluyendo un oficial de Policía que no se encontraba en servicio en ese momento.
Según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina, los fallecidos han sido identificados como Qutaiba Ualid Ahmed Shalabi y Mohamad Asaad Mahmud Nazal. Ambos fueron abatidos por las tropas israelíes en el área de Burqin, donde el Ejército confirmó su participación y alegó que estaban afiliados a Yihad Islámica. Esta contradicción en las afirmaciones resalta la confusión y la falta de consenso sobre la identidad y el papel de los implicados en el conflicto.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que los hombres fueron abatidos durante un tiroteo tras haber "atrincherado" en un edificio. En su declaración, el Ejército afirmó: "Las fuerzas han eliminado a los terroristas", añadiendo que ambos lideraron el ataque en Al Funduq, que infligió lesiones a otras seis personas el 6 de enero.
Durante esta operación, el Ejército israelí afirmó que varios individuos asociados con el ataque han sido arrestados para ser interrogados. Además, un soldado israelí resultó herido de gravedad durante el intercambio de disparos y fue llevado a un hospital para recibir atención médica, lo que añade otra capa de tensión a un ya delicado panorama de seguridad en la región.
En un giro notable, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, la rama militar de Hamás, reconocieron a Shalabi y Nazal como sus miembros. A pesar de que Israel apunta a Yihad Islámica, Hamás reafirmó que ambos individuos participaron en el ataque en Al Funduq, según reportes del diario 'Filastin', que mantiene conexiones con el grupo islamista palestino.
El comunicado del Ejército israelí enfatiza que las operaciones de seguridad continuarán en un esfuerzo por erradicar el terrorismo en la región. Esta declaración sigue a la reciente operación 'Muro de Hierro' lanzada en Yenín y su campamento de refugiados, que ha resultado en la muerte de diez palestinos y más de 40 heridos, según el último informe del Ministerio de Sanidad palestino.
Por su parte, Israel Katz, el ministro de Defensa de Israel, comunicó que la operación en Yenín representa un cambio estratégico en la manera de abordar la seguridad en Cisjordania, describiéndola como un esfuerzo robusto para desmantelar tanto a los terroristas como sus estructuras operativas.
Las reacciones de Hamás y Yihad Islámica no se hicieron esperar; ambos grupos condenaron enérgicamente la operación israelí y dirigieron críticas a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina por su presunta colaboración. En respuesta, Al Fatá, el partido que encabeza el presidente Mahmoud Abbas, negó las acusaciones de colaboración y acusó a Hamás y a la cadena qatarí Al Yazira de distorsionar los hechos relativos a las acciones de seguridad palestinas en esa gobernación del norte de Cisjordania.
Antes del inicio de la operación 'Muro de Hierro', el campamento de refugiados de Yenín había sido el escenario de intensos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad palestinas y milicias locales. Este territorio ha estado bajo constante vigilancia militar por parte de Israel, aumentando en respuesta a las agresivas ofensivas que invalidaron la seguridad en la región a partir de los ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron un saldo devastador de alrededor de 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados.
Desde aquel momento crítico, fuentes palestinas han reportado que más de 850 personas han perecido a consecuencia de las operaciones israelíes y de ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este. Simultáneamente, las autoridades gazatíes, bajo el control de Hamás, han afirmado que más de 47.100 palestinos han perdido la vida en el conflicto en Gaza, lo que establece un contexto sombrío y cargado de sufrimiento humano en la región.
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