El reciente conflicto entre Israel y Hezbolá ha tomado un giro significativo con la declaración del Ejército israelí sobre la eliminación de un destacado líder militar de la milicia chií. Según un anuncio hecho el 24 de octubre, las fuerzas israelíes llevaron a cabo un ataque en el sur de Líbano que resultó en la muerte de Abbas Hasan Karki, quien se desempeñaba como jefe de operaciones logísticas de Hezbolá.

En una publicación a través de su cuenta en la plataforma X, el ejército identificó a Karki como el "comandante de logística del Comando del Frente Sur" de la organización libanesa, subrayando su importancia dentro de sus estructuras operativas. Este suceso ocurre en un contexto de alta tensión, donde la última tregua entre las partes se inició en noviembre del año pasado, aunque se han reportado constantes ataques por parte de Israel en el sur de Líbano, alegando que Hezbolá sigue trabajando en la reconstrucción de sus capacidades bélicas.

El Ejército israelí ha señalado específicamente que Karki tenía un papel crucial en las maniobras para restaurar la potencia militar de Hezbolá y en la reconstrucción de su infraestructura, que sufrieron daños significativos durante el conflicto más reciente. Además, las fuerzas israelíes lo acusan de facilitar el movimiento y almacenamiento de armamento en la región, que es vista como un punto caliente en el conflicto y donde se cree que aún se encuentran arsenales de la milicia.

Hasta el momento, Hezbolá no ha emitido ninguna declaración oficial sobre la muerte de Karki. Este incidente se suma a la reciente escalada de violencia en la región, la cual ha dejado a su paso otras víctimas, incluyendo cuatro personas no identificadas que murieron en bombardeos israelíes en la localidad de Nabatiyé, en el sur de Líbano, revelando la fragilidad del alto el fuego vigente.