MADRID, 8 de octubre. - La vida de Joana Sanz y Dani Alves ha dado un giro significativo con la llegada de su primer hijo en común, un acontecimiento que han decidido vivir con la mayor discreción posible. Ambos se encuentran ahora disfrutando de la intimidad familiar en su hogar cercano a Barcelona. A pesar de la alegría que representa la llegada del nuevo miembro de la familia, han optado por mantener los detalles del pequeño bajo estricto secreto, como su sexo, nombre y la fecha de su nacimiento.

El portal 'Vanitatis' fue el primero en informar que la modelo dio a luz y que, pocas horas después, regresaba a casa en buen estado de salud con su bebé en brazos. Este momento tan significativo para la pareja ha estado marcado por la llegada de familiares y amigos que han traído regalos para celebrar la maternidad de Joana, contemplando así un comienzo lleno de amor y buenos deseos.

El pasado domingo, Joana compartió una última imagen de su embarazo en Instagram, mostrando orgullosamente su barriguita en un conjunto negro que realzó su belleza. Poco después, se unía a Alves en un hospital de Barcelona, donde se convirtió en madre por primera vez, sumando así un nuevo capítulo a su historia familiar y personal.

Aunque la modelo ha decidido mantenerse alejada del escrutinio público, los fotógrafos de Europa Press lograron captar su regreso a casa, donde ella misma abrió la puerta a un mensajero que traía un presente para el bebé. A pesar de las preguntas, Joana se mostró reticente a compartir información sobre su estado y la vida del pequeño, dejando a todos en la incertidumbre sobre su sexo y nombre.

Un amigo cercano a la pareja también fue visto llegando con un obsequio de Chanel para la nueva madre, mientras que Joana compartió en sus historias de Instagram uno de los hermosos centros de flores que recibió para conmemorar el nacimiento de su hijo.

El anuncio del embarazo de Joana dató de marzo, poco después de que Dani fuera absuelto de un grave cargo que lo mantuvo en prisión durante 14 meses. En su conmovedor mensaje en redes sociales, Joana reveló que había superado un proceso complicado de cinco años para lograr el embarazo, que incluyó dos fecundaciones in vitro, tres pérdidas y una cirugía de trompas de falopio. “Han sido momentos muy duros, dos años de emociones a flor de piel, pero ahora estoy aquí, llena de felicidad y esperando una bendición”, expresó, reafirmando su apoyo inquebrantable hacia Dani a pesar de su controvertida situación.