El torneo de Toronto está listo para ser testigo de una final sorprendente, donde el ruso Karen Khachanov se enfrentará al estadounidense Ben Shelton. Ambos jugadores han demostrado gran talento y perseverancia al desbancar a figuras de primer nivel, como el alemán Alexander Zverev y el norteamericano Taylor Fritz, quienes ocupan la tercera y cuarta posición del ranking mundial, respectivamente.

Este miércoles, la lógica tradicional del ranking fue desafiada en las canchas canadienses, ya que los cabezas de serie número uno y dos fueron eliminados a manos de dos jugadores que dejaron claro que el tenis puede sorprender. En un duelo intenso, Khachanov logró imponerse ante Zverev con un marcador de 6-3, 4-6 y 7-6 después de casi tres horas de juego, marcando un hito importante en su carrera.

El partido comenzó con Khachanov mostrando gran confianza, dominando el primer set sin enfrentar oportunidades de ruptura. Su estrategia se vio efectiva al romper el servicio de Zverev en un momento clave, llevándose el parcial. Sin embargo, el alemán respondió en el segundo set, sorprendiéndolo con un rompimiento que le permitió llevar la contienda a un decisivo tercer set, prolongando la emoción del encuentro.

El set final se convirtió en una batalla épica, que duró más de una hora y culminó en un emocionante tie-break. A pesar de que Zverev llegó a disponer de una pelota de partido, no logró concretar y fue Khachanov quien logró cerrar el encuentro, alcanzando así su segunda final en un Masters 1000, recordando su triunfo en 2018 en Bercy contra Novak Djokovic.

Por su parte, el partido entre Ben Shelton y Taylor Fritz resultó ser más sencillo de lo que se anticipaba para Shelton, quien se alzó victorioso en solo 1 hora y 18 minutos. Con un juego sólido y sin perder su saque, el jugador de Atlanta selló su acceso a la final con un contundente 6-4 y 6-3.

El primer set se decantó a favor de Shelton, quien aprovechó un momento crítico para romper el servicio de Fritz. En el segundo set, su dominio fue evidente, ya que mantuvo su saque sin problemas y logró romper nuevamente en el quinto juego, cerrando así un emocionante capítulo en su carrera hacia su primera final en un Masters 1000.