En una sesión de la comisión de investigación del Senado, el presidente tuvo que interrumpir la reunión para verificar la identidad de una testigo, Patricia U., quien apareció con gafas de sol y un pañuelo que cubría gran parte de su rostro. El evento de hoy llegó tras múltiples retrasos previos que generaron atención mediática y especulaciones.

Patricia, expareja de Koldo García y actualmente bajo un procedimiento judicial, optó por acogerse a su derecho a no declarar, citando su rol como investigada. "Desde el inicio, he informado a mi abogada que no voy a declarar, ya que los hechos bajo revisión en esta comisión son los mismos que se están investigando judicialmente", manifestó Patricia al comienzo de su intervención ante la comisión.

La senadora de UPN, María del Mar Caballero, expresó su sorpresa al ver a la compareciente de esa forma, cuestionando si era aceptable presentarse de manera disfrazada. "Me parece inaceptable que una persona pueda comparecer así en una comisión de investigación que tiene un carácter público, tal como establece nuestra Constitución", argumentó Caballero.

Ante la inquietud generada, el presidente de la Comisión, Eloy Suárez, decidió pausar la sesión para realizar una verificación de identidad. Al reanudarse, confirmó que la mujer identificada era efectivamente Patricia U. "Debemos aceptar que es ella", expresó Suárez, intentando disipar cualquier duda sobre la autenticidad de la testigo.

Esta sesión se produjo después de repetidos aplazamientos, lo que llevó a Patricia a presentarse hace un mes al Senado, aunque su citación fue suspendida tras la decisión del PP de retrasar el encuentro nuevamente. La letrada de Patricia había enviado una comunicación al Senado manifestando que, aunque su cliente no había recibido notificación formal para comparecer, decidió acudir voluntariamente para despejar rumores sobre su intención de eludir la cita.

En el mensaje, la abogada destacó que, a pesar de la falta de notificación oficial, se había puesto en contacto con su cliente y había indicado que Patricia estaba dispuesta a presentarse. Esto, con el objetivo de evitar suspicacias sobre sus intenciones. Sin embargo, reiteró que su cliente no podría responder las preguntas de los senadores debido a su situación como investigada en un caso en curso, lo que podría comprometer sus derechos legales.

Además, subrayó que, conforme al reglamento del Senado, el hecho de que Patricia comparezca voluntariamente a pesar de la falta de notificación formal justificaba la solicitud para que su comparecencia se realizara a puerta cerrada, en aras de proteger su imagen ante la opinión pública.

Estos acontecimientos se desarrollan en un contexto donde el PP ha estado aprovechando su mayoría para convocar a Patricia mediante edicto a la comisión, acusándola de emplear tácticas evasivas en sus apariciones. El partido reiteró que, si realmente tenía intención de comparecer, debía haber facilitado una dirección adecuada para garantizar que recibiría la notificación correspondiente.