En la jornada de ayer, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el sur de Líbano (FINUL) ha emitido una alerta tras un incidente en Wadi Yilu, donde un grupo de manifestantes bloqueó el paso a una de sus patrullas. Según la información proporcionada, los manifestantes no solo obstruyeron la ruta, sino que también lanzaron piedras a los pacificadores, quienes respondieron utilizando granadas de humo no letales para dispersar la situación.

Un comunicado del portavoz de la misión, compartido a través de su canal de Telegram, indica que la acción de los civiles había sido previamente coordinada con las Fuerzas Armadas Libanesas, lo que añade un matiz preocupante a la situación. Inicialmente, las cosas parecían calmas, pero la tensión aumentó rápidamente cuando los individuos comenzaron a agredir a las fuerzas de paz.

Posteriormente, el Ejército de Líbano intervino y logró controlar la situación que, afortunadamente, no derivó en un enfrentamiento más grave. La FINUL, recordando la gravedad de la situación, enfatizó que cualquier agresión contra sus efectivos es una seria transgresión del Derecho Internacional y de la resolución 1701. En consecuencia, han instado a las autoridades libanesas a que se tomen medidas para que los responsables enfrenten la justicia.