En un regreso a la vida pública tras un tiempo fuera del foco, la Reina Sofía ha hecho su aparición en Madrid este miércoles, tras su visita a Estados Unidos del 20 de septiembre. Su presencia en el II Simposio America&Spain 250 en Washington marcó el inicio de las celebraciones por el 250º aniversario de la independencia estadounidense.

Este acontecimiento coincidiendo con el deslumbrante regreso de la Reina Letizia a España, tras una breve visita a Bruselas junto al Rey Felipe VI, donde se destacó por su estilo en un evento que atrajo la atención mediática. En cambio, la Emérita ha tomado el protagonismo en la ceremonia de los Premios Sociales de la Fundación MAPFRE, celebrada en el histórico Real Casino de Madrid, donde se reconoció a quienes han contribuido positivamente a la sociedad en los ámbitos cultural, científico y social, causas que han sido siempre una prioridad para Doña Sofía.

Con una espléndida vestimenta en un atrevido tono rojo, Doña Sofía mostró su elegancia característica, luciendo un traje sastre que incluía unos pantalones fluidos y una chaqueta con hombreras definidas y solapas satinadas de forma ondulada. Completó su look con un top de seda blanco, una variedad de collares de abalorios y un llamativo broche con forma de flor adornando su chaqueta.

El evento reunió a diversas figuras destacadas, entre ellas Alicia Koplowitz, que deslumbró en un conjunto de dos piezas azul denim, y al renombrado exfutbolista brasileño Ronaldo Nazario. Durante la ceremonia, se produjo un emotivo reencuentro entre la Emérita y la infanta Elena, justo después de su sorprendente aparición conjunta con la infanta Cristina en Torrejón de Ardoz, donde las infantas no habían sido vistas juntas en un evento oficial durante más de diez años.

Desde 2008, la primogénita de los Reyes Juan Carlos y Sofía ha estado al frente de la dirección de Proyectos Sociales y Culturales, y no quiso perder la oportunidad de acompañar a su madre en esta importante ceremonia. La infanta, que llegó con un impactante traje naranja que no pasó desapercibido, ocupó un lugar entre el público, observando con orgullo a Doña Sofía mientras ella presidía el evento.