El primer ministro interino de Líbano, Nayib Mikati, ha denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU las acciones brutales del enemigo israelí contra el Estado y el pueblo libanés. En medio de la escalada entre el Ejército israelí y Hezbolá, Mikati ha pedido medidas concretas contra Israel por sembrar terror entre los civiles libaneses, haciendo un llamado a la acción internacional.

Mikati ha destacado que los hospitales están abarrotados de civiles heridos, incluyendo mujeres y niños, lo que pone en duda la supuesta focalización de los ataques de Israel únicamente a combatientes y armas. Ha instado a tomar medidas disuasorias y sanciones contra el agresor para evitar futuros ataques indiscriminados a otros Estados.

El jefe de Gobierno libanés ha subrayado la violación de la soberanía de Líbano por parte de Israel, denunciando los ataques aéreos y las incursiones con drones que han causado la muerte de civiles y obligado a familias enteras a huir en condiciones inhumanas. Lamentablemente, ha señalado que la comunidad internacional observa de forma pasiva este escenario de terror y violencia.

Además, Mikati ha advertido sobre una posible escalada del conflicto que podría desembocar en una guerra regional, destacando el uso de herramientas electrónicas para dañar al pueblo libanés. Ha solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU asumir su responsabilidad y adoptar una postura firme para detener la tragedia humanitaria en la región, abogando por soluciones diplomáticas que respeten los derechos internacionales.

En medio de este ambiente tenso, con tensiones crecientes entre Israel y Hezbolá, se teme una expansión del conflicto en Oriente Próximo. El Ejército de Israel ha confirmado estar preparado para una posible incursión terrestre en Líbano con el objetivo de debilitar a Hezbolá. La situación es crítica y la comunidad internacional debe actuar de manera urgente para evitar una escalada aún mayor de violencia y sufrimiento en la región.