24h España.

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Los embalses alcanzan el 74% de su capacidad, con un leve aumento semanal, mientras el Segura se sitúa en un 28,8%.

Los embalses alcanzan el 74% de su capacidad, con un leve aumento semanal, mientras el Segura se sitúa en un 28,8%.

En un contexto donde el agua es un recurso vital y cada vez más escaso, la situación de las reservas hídricas en España muestra una ligera mejora. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en la última semana, los embalses han crecido en un 0,2%, alcanzando un total de 41.478 hectómetros cúbicos, lo que representa el 74% de su capacidad total. Sin embargo, la cuenca del Segura se destaca tristemente por su baja disponibilidad, almacenando solo el 28,8% de su capacidad.

Las recientes lluvias han aportado un respiro a diversas regiones, especialmente en la vertiente Atlántica, mientras que la vertiente Mediterránea también ha recibido un impacto significativo. Lugo ha registrado el récord de precipitaciones con 77,8 litros por metro cuadrado, subrayando la importancia de estos eventos climáticos. En términos de capacidad, la vertiente atlántica se encuentra en un 74,6%, con 31.659 hm3, mientras que la mediterránea presenta un nivel algo inferior, con el 71,9% y 9.819 hm3 en sus embalses.

A pesar de que casi todas las cuencas superan el 50% de su capacidad, la situación del Segura sigue siendo preocupante, dejando a la región con un nivel crítico. Aparte de esta cuenca, el resto de las regiones presenta cifras más alentadoras: el Cantábrico Oriental alcanza un sólido 86,3%; el Cantábrico Occidental registra un 79,2%; y otras cuencas importantes como el Duero y el Tajo muestran porcentajes robustos de 87% y 82,3% respectivamente. Las Cuencas internas del País Vasco se destacan con un impresionante 95,2%.

Algunas cuencas, sin embargo, se encuentran por debajo del umbral del 70%. En este contexto, el Guadiana presenta un 69,6%, y otras cuencas como el Guadalete-Barbate y el Guadalquivir muestran preocupantes cifras de 54,9% y 60,3%. La Cuenca Mediterránea Andaluza y el Júcar también están en niveles críticos, marcando un 53,9% y 62,2% respectivamente. En este paisaje, el Segura se erige como un claro indicador de la necesidad urgente de estrategias más efectivas para la gestión del agua en una era donde el cambio climático ya se hace sentir con fuerza.