Los españoles impulsan la compra de vehículos eléctricos al 31%, con un fuerte enfoque en marcas chinas.
En un notable cambio de perspectivas, el interés por los vehículos eléctricos en España ha aumentado considerablemente, pasando del 14,2% en 2023 a un sorprendente 30,9% en la actualidad. Este cambio está impulsado en gran parte por la creciente aceptación de coches de origen chino, que son vistos como opciones más atractivas en términos de costo y calidad.
Un reciente análisis realizado por BeConfluence, una consultora dedicada a temas de comunicación, datos y marketing, en colaboración con Impulso, centrada en movilidad, ha estudiado la actividad digital de aproximadamente 17,9 millones de españoles desde enero de 2023 hasta enero de 2025. Los resultados indican un cambio significativo en las preferencias de los consumidores hacia los vehículos eléctricos.
A diferencia de lo que podría pensarse, el aumento del interés por los coches eléctricos no está motivado principalmente por preocupaciones ambientales, sino por el atractivo económico que representan frente a los gastos en gasolina. De hecho, el interés por los vehículos híbridos también ha crecido, alcanzando un 41,8%, en comparación con el 28,5% del año anterior.
Sin embargo, los españoles todavía enfrentan varias barreras para la adopción de vehículos eléctricos. Las principales preocupaciones incluyen el coste elevado de estos coches, la insuficiente infraestructura de carga y las dudas sobre la autonomía, lo que podría desincentivar a muchos compradores potenciales.
En este atractivo panorama, el informe resalta que los fabricantes chinos han logrado posicionarse bien en el mercado, pues hasta 2 millones de personas en España consideran que ofrecen una relación calidad-precio superior a la de otros competidores.
Un claro ejemplo de esta tendencia es el fabricante chino BYD, que ha reportado ventas de 3.810 vehículos enchufables en el primer trimestre de 2025, lo que refleja un impresionante aumento del 776% respecto al mismo periodo de 2024.
El informe también revela que cerca del 40% de los españoles todavía dependencia del uso del vehículo privado, mientras que un 48,7% opta por el transporte público, y un 28,7% utiliza soluciones de movilidad alternativas como bicicletas y patinetes de forma ocasional.
En las zonas rurales, la situación es más compleja, ya que el 47,6% de la población menciona que tiene dificultades para acceder al empleo debido a la falta de transporte adecuado, y un 46,8% considera que la frecuencia de servicios de autobuses y trenes es inadecuada.
Teniendo en cuenta todos estos factores, el estudio concluye que el transporte público en España no está a la altura de las expectativas de los ciudadanos. De los 10,8 millones de personas que evaluaron su experiencia, un alarmante 44,9% expresó su insatisfacción.
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