La noche del 20 de julio en Madrid se iluminó con los ecos de un gran evento deportivo que tuvo lugar en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. El boxeo fue el protagonista, y el estadounidense Mario Barrios defendió con éxito su título del peso welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en un combate que, aunque controversial, mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos. Su oponente, el legendario Manny Pacquiao, marcó su regreso al ring tras cuatro años de inactividad.

Pacquiao, conocido como 'Pac-Man' y reconocido por su asombroso logro de haber sido campeón en ocho divisiones distintas, a sus 46 años demostró que aún tiene el espíritu combativo de siempre. El primer asalto dejó entrever sus intenciones, disparando su clásica izquierda mientras Barrios se mostraba cauteloso, respondiendo con su jab defensivo. La veteranía de Pacquiao se hizo sentir, pero el joven campeón comenzó a tomar control progresivamente del combate.

A medida que avanzaban los asaltos, el estadounidense Barrios, respetando la trayectoria de su rival, se fue afianzando en el marcador. No obstante, en el sexto round, Pacquiao mostró vislumbres de su antigua gloria, ejecutando combinaciones impresionantes que parecían devolverle al juego. Sin embargo, la falta de ritmo tras su larga inactividad se hizo evidente, y no logró concretar su dominio en el cuadrilátero.

La batalla culminó en un emocionante décimo asalto donde Barrios, con determinación, lanzó una serie de golpes que frenaron las aspiraciones de Pacquiao antes de que se anunciaran las puntuaciones finales. La decisión dividió a los jueces; dos de ellos dieron empate a 114-114, mientras que el tercero favoreció a Barrios con una tarjeta ajustada de 115-113. De esta manera, el boxeador estadounidense conservó su cinturón, pero el regreso de Pacquiao dejó abierta la puerta a futuras posibilidades en su carrera pugilística.