
El propietario de la controvertida plataforma X, Elon Musk, ha hecho hincapié en que el ataque de catalogar a cualquier persona como “Hitler” resulta cansado y poco original.
En un reciente evento en Madrid, el 21 de enero, Musk se pronunció sobre el torbellino de críticas que ha enfrentado después de que un gesto suyo durante un discurso se interpretara como un saludo nazi. Este incidente tuvo lugar en una ceremonia para la toma de posesión del nuevo presidente de los Estados Unidos, el republicano Donald Trump.
“Francamente, necesitan mejores trucos sucios”, expresó Musk a través de un rápido mensaje en X. “El ataque de que 'todo el mundo es Hitler' está agotado”, añadió, en respuesta a la ola de desaprobación que inundó las redes tras su gesto, que implicó levantar el brazo derecho de manera que recordaba al saludo nazi.
Este gesto fue realizado en dos ocasiones al concluir su discurso. “Gracias por estar aquí. Gracias por hacer que esto suceda”, dijo Musk antes de golpear su pecho con la mano derecha, para luego extender su brazo de manera diagonal. Este acto fue recibido con sorpresas y reacciones variopintas en el público presente.
Además, Musk se volvió hacia la audiencia que se encontraba detrás de él para repetir el gesto, finalizando con la frase: “Mi corazón está con ustedes”. Esta ceremonia se llevó a cabo en el Capital One Arena de la capital estadounidense, donde Donald Trump asumió oficialmente el cargo.
Como un apoyo declarado a la campaña de Trump, Musk fue uno de los oradores durante la investidura y ha sido designado por Trump para liderar el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cuyo objetivo será supervisar los esfuerzos de la nueva administración para reducir el gasto público.
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