24h España.

24h España.

Nayma: de ser acogida a convertirse en madre que acoge, reivindicando el verdadero significado de familia.

Nayma: de ser acogida a convertirse en madre que acoge, reivindicando el verdadero significado de familia.

En un emotivo evento celebrado en Madrid, Mamadou, un joven migrante que llegó a España como menor no acompañado, anunció su próximo regreso a Senegal. Este viaje, que planea realizar acompañado de su familia de acogida, simboliza la fuerza de los lazos familiares y la importancia del reconocimiento entre su familia biológica y la que le ha brindado apoyo en su nueva vida: "Mi vida tiene sentido", expresó Mamadou.

La jornada coincidió con la conmemoración del Día Mundial del Acogimiento Familiar, donde Nayma Fernández, quien vivió la experiencia de ser acogida y ahora ejerce como madre de acogida, compartió su profundo testimonio sobre la necesidad urgente de ofrecer un hogar a los miles de niños y niñas en España que aún esperan por una familia que los abrace. "Una familia es lo que transforma tu destino con amor y te sostiene en los momentos de crisis", subrayó.

En el contexto del evento en el Congreso, Nayma, con solo 26 años, abordó la situación de los menores tutelados, a quienes describió como “los niños cuyas voces han sido silenciadas”. Denunció que a menudo nadie se detiene a conocer sus sentimientos o experiencias. Su dedicación se ha traducido en su trabajo como integradora social, donde conoce de primera mano los retos que enfrentan estos jóvenes. "Aunque nos esforzamos por estar ahí, a veces no es posible acompañarles en sus momentos más importantes, como graduaciones o cumpleaños", lamentó.

Para Nayma, una familia es mucho más que un simple techo o alimento. En su perspectiva, ser parte de una familia significa tener un apoyo incondicional en los momentos difíciles. Recalca la importancia de su familia extendida, que siempre respetó su vivencia y la ayudó en sus etapas más complicadas. "Mis abuelos y tíos han sido cruciales en mi vida; aunque nos separemos de nuestros padres, ellos son parte de nuestra historia", comentó.

Mamadou también compartió su propia travesía hacia España, recordando el desamparo que sintió al llegar a un país desconocido a los 16 años, sin amigos y con un idioma extraño. Actualmente, trabajando como electricista, sueña con mejorar su comunidad natal: "Hemos emigrado para buscar una vida mejor y cuidar de nuestros seres queridos", afirmó. Su familia de acogida ha sido fundamental en esta transición, ayudándole a conseguir documentos y empleo, aunque confiesa que todavía anhela la calidez emocional que ha recibido.

Aitana Archeli, joven que ha crecido en un hogar que ha acogido a varios niños, fue también parte de este encuentro. Desde su temprana infancia, ha vivido con ocho menores en acogida. "Cuando era pequeña, no entendía la razón de sus llegadas, pensaba que mi madre era como una niñera", relató. Sin embargo, con el tiempo, comprendió que esos niños se convertían realmente en parte de su vida y su historia familiar, incluso si las despedidas resultaban dolorosas.

Aitana, de 16 años, reflexionó sobre la complejidad de los vínculos creados: "Cada despedida era como una parte de mí que se quedaba con ellos", admitió. Su historia resuena con la realidad de muchos menores que antes de llegar a su hogar han pasado por experiencias difíciles. "No debería haber ningún niño viviendo con miedo o sin un lugar seguro, y ser hermana de acogida me ha enseñado que compartir no es solo ofrecer objetos, sino abrir el corazón", concluyó.

El testimonio de Aitana y de Mamadou destaca la extraordinaria capacidad de resiliencia en la juventud que ha enfrentado adversidades y la importancia crítica del amor y la pertenencia en sus vidas. "Ser parte de una familia acogedora es crecer sabiendo que el cariño puede dejar una huella duradera, aun en los momentos breves", reflexionó Aitana con sabiduría.