En medio de las tensiones políticas y sociales que rodean a la competición deportiva, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha elogiado el desempeño del equipo ciclista Israel-Premier Tech en La Vuelta a España, destacando su capacidad para resistir "el odio y la intimidación" manifestados a través de protestas pro Palestina. La presencia de Netanyahu ha generado controversia, con crecientes demandas que exigen la expulsión del equipo debido a su vínculo con el líder israelí.
Netanyahu, a través de sus redes sociales, expresó su orgullo por el equipo, agradeciendo especialmente a Sylvan Adams, el propietario del mismo, por su labor. "Estáis haciendo que Israel esté orgulloso", afirmó en un mensaje breve, dirigiéndose también a los miembros del equipo con un "buen trabajo".
Estas declaraciones coinciden con la postura del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, quien manifestó su apoyo a la idea de expulsar al equipo israelí de la competición. Albares argumentó que esta medida busca enviar un claro mensaje a Israel, similar al que se emitió en su momento hacia Rusia, señalando que no pueden continuar participando en eventos deportivos sin repercusiones tras los conflictos actuales.
La Embajada israelí no ha permanecido al margen de esta situación, emitiendo críticas hacia las manifestaciones en contra de la participación del equipo. La nueva encargada de negocios de la Embajada, Dana Erlich, laudó la intolerancia ante lo que considera "odio y demonización" dirigido hacia los israelíes. Su mensaje refleja una preocupación palpable por el ambiente hostil que enmarcó una de las etapas de esta competición en Bilbao, donde las demandas de los manifestantes provocaron cambios en la ruta y la ausencia de un vencedor esa jornada.
Para Erlich, las muestras de protesta vistas en Bilbao, que incluían carteles llamando a la destrucción de Israel, no son simples manifestaciones políticas, sino claramente un ataque directo a la existencia del país. Considera que manifestaciones de ese tipo, presentes en las protestas, no deberían tener cabida en España, advirtiendo sobre los peligros de la incitación al odio.
Dan Poraz, ministro consejero de la Embajada, se unió a esa crítica, afirmando que las protestas no representan un apoyo a Palestina, sino un claro antagonismo hacia Israel. "Esto no es una protesta; es un intento de aterrorizar a los deportistas", insistió en sus redes sociales, reafirmando que no se trata de un llamado a la paz, sino de un profundo y desenfrenado odio.
Poraz, quien hasta recientemente había ocupado el cargo de encargado de negocios en la Embajada, subrayó la indignación que siente ante la complicidad de algunos políticos con estas manifestaciones, calificarando la situación como una "vergüenza absoluta". Su intervención destaca la polarización que persiste en el discurso sobre el conflicto israelí-palestino, especialmente en el contexto de eventos deportivos internacionales.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.